
Göbekli Tepe
o el nacimiento de la
conciencia de lo sagrado.
Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com
Este antiquísimo complejo arquitectónico
ubicado al sur de Turkiye, Asia Menor, antigua Mesopotamia, revela cuestiones
verdaderamente pasmosas y sorprendentes, las que nos han hecho reconsiderar
muchas ideas hasta entonces establecidas, y tomadas como verdaderas acerca de
los inicios de la civilización humana. Los textos de Historia Universal de nuestro paisano tocuyano Áureo Yépez Castillo
deberán ser, en consecuencia, reconsiderados.
Una primera será su antigüedad, pues fue
construido en los albores del neolítico, 6.000 años antes que las enormes
piedras megalíticas de Stonehenge ubicadas en el Reino Unido, orgullo de la
cultura anglosajona y que seguramente ésta vio con ojeriza el descubrimiento
reciente de Turkiye, que le quita a la “Pérfida Albión” la primacía
civilizatoria. Y para que nos demos una idea más cercana de la antigüedad de Göbekli
Tepe, el complejo se remonta
a 7.000 años antes que las pirámides de Egipto.
Lo segundo es lo más sorprendente, y es que se
considera el templo o santuario más antiguo del mundo, donde pudo nacer «la
conciencia de lo sagrado» que dio paso a «la chispa de la civilización». Marca
la aparición de los asentamientos humanos más antiguos del planeta, pero de una
manera inusual y compleja. La revolución neolítica que tuvo por escenario Göbekli
Tepe se realiza sin la agricultura,
en una montaña lejana a las corrientes fluviales. Será, en consecuencia, el primer templo
sagrado del mundo construido por grupos nómadas recolectores y cazadores que aún
no conocen la domesticación de los cereales. El sitio neolítico de
Göbekli Tepe es un templo donde las sociedades de cazadores y
recolectores se reunían y adoraban divinidades, lo que refuta la tesis
ampliamente aceptada, de que la agricultura impulsa a las personas a establecer
asentamientos, desarrollando el arte y la religión.
Göbekli Tepe es el lugar de culto religioso más antiguo del mundo descubierto hasta
ahora. Hasta que las excavaciones comenzaron en 1995 no se consideraba posible
un complejo de este tamaño para una comunidad tan antigua. La sólida
secuencia estratigráfica sugiere varios milenios de actividad,
retrotrayéndose, cosa casi increíble, posiblemente hasta el Mesolítico,
es decir 9.000 años antes de Cristo.
Aunque las estructuras son, sobre todo,
templos, recientemente han sido descubiertos pequeños edificios domésticos. A
pesar de esto, queda claro que el uso primario del yacimiento fue ritual y no
doméstico. El arqueólogo alemán Klaus Schmidt considera esta «catedral en la
colina» como un lugar de peregrinación que atraía devotos desde más de ciento
cincuenta kilómetros de distancia. El gran número de huesos con cortes y
desgarramientos encontrados, de especies locales como ciervos, gacelas,
jabalíes y gansos han sido identificados como desperdicios derivados de su caza
y preparación, más que procedentes de banquetes rituales.
Schmidt, siempre polémico y arriesgado,
considera Göbekli Tepe como un lugar
central del culto a los muertos, sugiriendo que los animales esculpidos en las
características columnas en forma de T estarían allí para proteger a los
difuntos. Aunque no se han encontrado tumbas ni enterramientos, Schmidt cree que están todavía por descubrir debajo de
los suelos de los círculos sagrados. Asimismo, interpreta esto en el contexto
de las etapas iniciales de un incipiente neolítico. Göbekli Tepe es solo uno de los muchos sitios neolíticos en las
cercanías del volcán Karacadag, una de las áreas nucleares donde los
investigadores creen que comenzó a gestarse la denominada revolución
neolítica (los inicios del
cultivo de cereales). Allí se han encontrado variedades primitivas de trigo salvaje
con ADN semejante al moderno.
Tanto el Dr. Klaus Schmidt como otros arqueólogos
creen que grupos móviles de esta área se vieron forzados a cooperar entre ellos
para proteger las primitivas concentraciones de cereales silvestres de los
rebaños de animales como las gacelas y los onagros (asnos salvajes).
Este esfuerzo pudo conducir a la creación de una incipiente organización social
de varios grupos en la región de Göbekli
Tepe. Así, de acuerdo con Schmidt, el neolítico no comenzaría a pequeña
escala, en la forma de casos particulares de cultivo de huertos, sino que
arrancó inmediatamente como una organización social de grandes proporciones (“una
revolución a escala total”).
Conocido como el “punto cero de la historia”, el
descubrimiento de Göbekli Tepe
revolucionó la concepción de la historia humana que se tenía hasta el momento. La idea de lo sagrado no es el resultado de la agricultura como sostiene
el materialismo histórico, sino que es anterior a la domesticación de los
cereales y al uso de herramientas de metal. La sederentización humana no
deviene de la agricultura sino de lo sagrado.
El sitio arqueológico de Göbekli Tepe en
la ciudad turca de Şanliurfa, al sudeste de Turquía, cambió todos los hitos conocidos
sobre la historia de la humanidad. Antes de Göbekli Tepe, se pensaba que la humanidad no se volvió sedentaria
ni sabía usar el hierro ni siquiera comenzó a hacer cerámica. Sin
embargo, Göbekli Tepe revela que los seres humanos
se volvieron casi sedentarios al construir estructuras incluso en las épocas de
cazadores-recolectores. Por eso, se considera como el “punto cero de la
historia”. Sin embargo, hay quienes consideran que hubo una explosión simbólica muy antigua que da
lugar a la religión que ocurrió hace aproximadamente 100. 000 a 50.000 años,
como sostiene Pascal Boyer en ¿Por qué
tenemos religión? Origen y evolución del pensamiento religioso, Taurus,
p.515.
Desde que comenzaron las excavaciones hace ya
casi 30 años, al yacimiento de Göbekli
Tepe le ha costado darse a conocer. La falta de apoyos internacionales que
facilitasen su investigación ha hecho que pasara desapercibido en el tiempo,
que las excavaciones fueran lentas y que su popularidad fuera escasa. Mientras
que todo el mundo sabe de la existencia de Stonehenge, en Inglaterra, pocos
saben que un yacimiento mucho más antiguo descansa en Turkiye. Pero Göbekli Tepe poco a poco va cobrando la
fama que se merece, su declaración de Patrimonio de la Humanidad en 2018 le dio
alas y en 2021 batió su propio récord con más de 500.000 visitantes a pesar de
los efectos de la pandemia.
Lo que estos trabajos de investigación
sacaron a la luz hizo que Göbekli Tepe
fuera declarado muy tardíamente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en
2018, un reconocimiento que podrá desplazar a Stonehenge como lugar preferido
de los seguidores de la New Age.
Carora, Estado Lara,
República
Bolivariana de Venezuela.