martes, 24 de octubre de 2023

El profesor Salman Amín Khan y el aula invertida

Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com

Paradoja enorme será que sea que un joven de origen asiático, nacido en Nueva Orleans, Luisiana, en 11 de octubre de 1976, y no un estadounidense de pura cepa, quien haya producido una gigantesca revolución educativa basada en internet y otras tecnologías de la información. Se trata del hindú- bangladesí, nacido a orillas del Golfo de México, Salman Amin Khan, quien en 2019 gana el Premio Princesa de Asturias de Cooperación. ¡Tenía apenas  43 años de edad!
Ya tiene el profesor Khan la inmensa cantidad de 26.000.000 de  alumnos en buena parte del orbe y sus enormes servicios pedagógicos son  completamente gratuitos. Me asombra esta gigantesca cifra, pues quien  escribe ha tenido unos 10.000 alumnos en 47 años de servicio desde 1976 mediante el aula tradicional de pupitre, tiza, amígdalas, saliva y ruidoso timbre de entrada y salida del aula de clases, en el Estado Lara, República  Bolivariana de Venezuela. Su originalísimo método ha llamado la atención del  gigante informático Google, el magnate empresarial Bill Gates y al  multimillonario mexicano Carlos Slim.
Me emociona esta experiencia del joven de asiática procedencia, pues la ha desarrollado en la educación secundaria estadounidense, cuando todo el  mundo piensa que fue una genial idea incubada en la Universidad de Harvard o el Instituto Tecnológico de Massachusetts. En 2006 creó el muchacho graduado con máximos honores en matemáticas la Khan Academicy, una experiencia de aula en secundaria, lo que en el mundo de la cultura hispanohablante se llama bachillerato, y que se inicia cuando Salman decide ayudar vía internet a sus primos con problemas en lo que llamamos en Venezuela “Las Tres Marías”: matemática, física y química.
“Empecé a hacer videos para mis primos”, reconoce Khan en México, donde ha sido invitado por el multimillonario azteca Carlos Sim, quien desea  proyectar la experiencia a toda Latinoamérica. Su idea, que se hermana a las del pedagogo cosmopolita Juan Amos Comenio (1592-1670), es educación de clase mundial gratis, que es también nuestro planteamiento; educación de gran calidad, de clase mundial, de calidad mundial gratuita para todos en todos lados. Desde 2013, y gracias a Slim, sus videos están traducidos a la lengua de  Sor Juana Inés de la Cruz y mi paisano Rafael Cadenas.
Tiene ya tres mil 800 videos cortos de unos 20 minutos máximo, de los cuales el 75% los ha hecho personalmente; tiene ya una cantidad de videos  muy didácticos, sigue trabajando en esto, tiene un programa de cinco años muy ambicioso para poder ofrecerle a todo mundo, en todos lados, los mejores  programas que pueda haber para su educación y formación. Ha dictado la increíble cantidad de 227.000.000 cursos, todo lo cual comenzó cuando ayudaba a su prima Nadia en sus deberes escolares de séptimo grado, al tener ella problemas de conversión de gramos a kilogramos.
Decidió ayudarla, a larga distancia. Ideó un método en el que hablaba con ella a través de la computadora, con una pizarra en la pantalla, y después de unas semanas ella comenzó a entenderlo. Su progreso fue rápido, y él decidió que el método que había improvisado funcionaría para otros. Así que  comenzó a poner lecciones cortas de matemáticas en Internet, sin mostrar nunca su rostro marcadamente moreno, pero manteniéndolo simple y directo.
Tiene un gran don para comunicarse, para explicar conceptos matemáticos con los que yo solía tener problemas, asienta Nidia, y también muchos otros. Consciente de que Estados Unidos está por detrás de Europa y Asia en matemáticas y ciencias, Khan pensó que había un gran mercado para sus lecciones, aunque no quería cobrar por ellas. Y ese mercado no era solo Estados Unidos, sino en todo el mundo, dondequiera que la gente pudiera obtener Internet.
“ Ya vieron ustedes, dice Salman Khan en el país azteca en 2013, algunos de los ejemplos de las traducciones al castellano de mis videos y de temas más académicos como puede ser el álgebra, la biología, la química, pero lo que realmente nos emociona es la idea de que nosotros podemos utilizar este tipo de tecnología, no solamente videos, sino también ejercicios y toda una plataforma para capacitar a la gente, para que participe en la sociedad de
manera académica, participar en la sociedad de forma democrática, participar
en la sociedad de forma económica, para que puedan obtener un trabajo para
proveer a su familia.”
El gigante Google, que no quiere quedarse atrás, organiza un hangout
con Salman Khan. En las últimas semanas Google ha estado organizando
Hangouts (Quedadas) para compartir puntos de vista de diferentes pensadores  y representantes de diversas áreas. Ahora se anunció que hacia finales de octubre tendrá su turno Salman Khan, fundador de Khan Academy: el popular proyecto de aprendizaje online, aprendizaje electrónico.
Salman Amin Khan , quien se ha formado en las mejores casas de
estudios del mundo anglosajón, tales como el Instituto Tecnológico de  Massachusetts, Universidad de Harvard, Escuela de Negocios de Harvard, Escuela Secundaria Grace King, Universidad de Nueva Orleans, Universidad de Edimburgo en el Reino Unido, pareciera estar dando más utilidad y sacándole provecho a la academia que sus paisanos estadounidenses, lo que habría de llamar la atención del crítico de la sociedad de Estados Unidos, el matemático y filósofo Morris Berman, quien ha destacado la banalidad y lo cursi del pensamiento medio de sus paisanos norteamericanos.

Salman, niño prodigio de las matemáticas que vive en Silicón Valley y quien explica en un sencillo y corto video cómo se calcula la tasa de desempleo en Estados Unidos, dice entre otras, cosas que nos abruman, tales como que la escuela tradicional no responde al funcionamiento del cerebro, no hay que limitar a los niños con nuestro propio aprendizaje, pues ellos han  nacido en otro tiempo, usemos el video para reinventar la educación, valora Salman en España cuando recibió el Premio Princesa de Asturias. (2019)  galardón que se otorga “a la persona, personas o institución cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre los pueblos”. Y lo que más me agrada y satisface es que las ideas educacionistas de Salman no se quedan en las llamadas ciencias  duras, (matemáticas, física, química, computación, geometría) sino que van  hasta los territorios tomados erróneamente como segundones en historia, arte,
gramática, música, las humanidades: se comporta Salman Khan como un verdadero hombre del Renacimiento.

Santa Rita, Carora.
Estado Lara.
República Bolivariana de Venezuela.
Miércoles 18 de octubre de 2023.

lunes, 16 de octubre de 2023

El 12 de octubre de 1492 y China

Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com

Es una fecha bastante polémica este 12 de octubre de 1492, que ha creado discusiones muy intensas a ambos lados del océano. Día de la Hispanidad, lo llaman en España; Día de la Resistencia Indígena, en Venezuela; otros, más comedidos, dicen Encuentro de Dos Mundos, otros lo califican como el inicio del más grande genocidio de la historia. Un debate que parecerá casi interminable.

Me referiré en esta ocasión a un aspecto ignorado y que poco se atiende. La expansión de Europa que comenzó en el siglo XIV con portugueses y españoles, solo fue posible a la utilización y empleo de cuatro formidables inventos que no eran europeos: brújula imantada, pólvora, papel e imprenta, cuatro innovaciones técnicas que fueron producto del genio de los chinos de la antigüedad, según sostiene el sinólogo inglés Joseph Needham (1900-1995) en su gigantesca obra
en 15 volúmenes Ciencia y civilización en China (1954).

Sin la aguja imantada de los antiguos chinos de la Dinastía Han del siglo III de nuestra era, y el astrolabio o sextante árabe, el navegante genovés Cristóbal Colón seguramente se habría extraviado en las aguas del proceloso y turbulento océano Atlántico y jamás hubiese llegado a la isla de Guhanahaní aquella madrugada octubrina de 1492.

La pólvora era fuego de artificio y de celebración festiva para los antiguos chinos que Europa convirtió en mortal pesadilla. Con esta pavorosa arma de destrucción los turcos asaltaron Constantinopla en 1483 y de tal manera queda abierta la búsqueda de otra ruta de las especias, pimienta, canela, nuez moscada, clavo de olor, que procedían de Catay y Cipango, tal como se llamaba entonces a China y Japón en el extremo oriente.

Desde que Gutenberg imprimió la Sagrada Biblia en 1455 se produjo en el viejo continente una explosión editorial que supuso una ampliación enorme del saber y del conocimiento. Cristóbal Colón conoce gracias a esta genial invención de los chinos en el siglo IX de nuestra era, los  mapas de Toscanelli y el libro El Millón de Marco Polo (1254-1324) donde narra el veneciano sus aventuras en la corte del Gran Khan en China en los siglos XII y XIII. Es el primer humanismo de Occidente.

El papel será, como invento chino desde el siglo II de nuestra era, decisivo en la expansión europea desde el siglo XIV. No podemos imaginar imperios tan colosales como el español y portugués sin documentos y ordenes escritas gracias a esta genial invención de Cai Lun, un eunuco funcionario de la corte imperial china. Fue el internet de las colonias del Nuevo Mundo americano. Sin papel no habrá imperio.

Quien se percata por primera vez de este robo y apropiación que hace Europa de estas cuatro geniales invenciones chinas fue el genial filósofo inglés, padre del empirismo y de las reglas del método científico Sir Francis Bacon (1561-1626) quien afirma que gracias a ellas fue sepultada la Edad Media y nace el mundo moderno que nos
alcanza y nos amenaza.

Hogaño China e India, colosales superpotencias hasta el siglo XVII, luego de dos brutales y genocidas siglos de colonialismo europeo que las sepultaron y las negaron, tratándolas como inmóviles, bárbaras y atrasadas, como las trataron en su momento Emmanuel Kant, Karl Marx y Max Weber, Fernand Braudel y George Steiner, se vuelven a colocar impresionantemente en lo que siempre fueron desde antiguo, dos grandes e inmensas potencias económicas,  políticas y culturales del planeta Tierra. La historia dirá su última palabra en este mundo multipolar que está naciendo.

Santa Rita, Carora,
República Bolivariana de Venezuela,
14 de octubre de 2023.

jueves, 5 de octubre de 2023

FERNANDO BOTERO

Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com

El recientemente fallecido pintor y escultor colombiano Fernando Botero (Medellín,1932- Mónaco, 2023) sentía una gran atracción por este hermoso y colorido cuadro en donde aparece su hijo Pedrito montado en un sonriente caballito de madera. El estilo, un estilo único del autor, se muestra allí inconfundible: figuras regordetas y exageradas, estilo que madura
pacientemente tras estudiar el arte precolombino, las pinturas renacentistas de Piero de la Francesca, Paolo Uccello, Tiziano, de los muralistas mexicanos Diego Rivera, José Clemente Orosco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo. Se puede admirar esta obra, de las más conocidas del pintor, en el Museo de Antioquia, ciudad de Medellín. Un concurso literario lleva el nombre del niño a caballo, Pedrito, que nació de la relación de Fernando con Cecilia Zambrano, su segunda esposa. 
Pero lo que pocos saben es que esta magistral obra de arte es producto de un desgraciado y trágico suceso acontecido en el ya lejano año de 1974. En unas vacaciones en España un pesado camión pierde control y embiste el automóvil del artista matando en el acto a Pedrito, un inocente niño de apenas cuatro años. El pintor pierde una falange de su dedo meñique, poca cosa frente a la muerte de su vástago. No pudo pintar por dos largos meses. Su matrimonio con la caleña Cecilia se resiente por la terrible pérdida y poco después deciden separarse. 
Una vez recuperado de su mano vuelve a su taller de pintura en la Ciudad Luz, París, y emprende la tarea de inmortalizar a su hijo fallecido con lo que mejor sabe hacer: pintar. “Cuando comencé, lo primero que pinté fue ese cuadro. Increíble que haya salido con tan buena técnica y sobre todo tan luminoso. Se ve que le puse todo el corazón”, dijo Botero sobre la icónica pintura que tardó tres meses en retratar. El Museo de Antioquia, donde está exhibida la obra y en el que además, hay una sala que lleva su nombre y es dedicada a los niños, describe a Pedrito como una pintura que, “además de presentar al niño en un caballo de juguete vistiendo uniforme azul de policía, muestra en los ángulos inferiores dos dolorosas escenas: la del padre viendo a su hijo muerto, y la de los padres de luto en la casa vacía.” Además, podemos ver en este genial cuadro cargado de simbolismo, una sólida y oscura puerta marrón trancada, algo así como diciendo que ella se cerró abruptamente para su hijo fallecido
de manera tan trágica y absurda. Otro caballo aparece en el lienzo, pero no es “boteriano” debido a su delgadez, y está como recostado a la pared derecha mirando al niño Pedrito cabalgando el otro caballo que sí es “boteriano”. Un delgado y frágil caballito que jamás volverá a ser juguete de su desgraciado hijo. Casi igual cosa podemos decir de otro objeto que no entra en el estilo de Botero en este genial lienzo. Se trata de la fusta o látigo que Pedrito alza en  su mano derecha sin intenciones de usarlo en tan apacible y manso cuadrúpedo, animalito que carece de ruedas y no es de igual modo balancín o mecedor. Es un caballito estático que está congelado, sin movimiento alguno: eterno.
Fernando Botero murió este viernes, 15 de septiembre de 2023 en
Monte Carlo, Mónaco, tras estar cinco días hospitalizado y en estado crítico por una pulmonía, confirmó su hija, Lina Botero. Sus restos fueron inhumados en Italia junto a los de Sofía Vari, su última esposa, fallecida en mayo pasado y que le afectó grandemente, precipitando su propio deceso.
El pintor de nuestras tradiciones y nuestros defectos, el pintor de nuestras virtudes ha muerto escribió el presidente de Colombia Gustavo Petro en X, antes conocido como Twitter. 

Pintó violencia y paz. Pintó la paloma que fue rechazada mil veces, y la puso mil veces en un trono Tuvo éxito en vida, privilegio que no gozaron Van Gogh, El Greco y Rembrandt, a quienes el éxito les llego con la posteridad. De muchacho pintaba mujeres desnudas y escribía sobre marxismo, por lo que logra que lo expulse un sacerdote de la escuela primaria, llamándole públicamente “manzana podrida”. En los Estados Unidos enfrentó con sus “gordos” a la pintura abstracta que allí dominaba. Un alemán, Dietrech Malov, patrocina sus obras en 1970, desde allí se dispara su popularidad, comienzan a llamarlo de todas partes del mundo. Pintaba desde las prostitutas de Medellín hasta las frutas del trópico, las madres superioras del colegio y las corridas de toros de su juventud. “En vez
de darle la espalda a sus raíces y a sus orígenes, él prefirió convertirlos en el tema central de su obra artística”, explica su hijo Juan Carlos a la revista Semana. La fallecida crítica de arte argentina Marta Traba fue uno de sus descubridores y animadores por allá en los años 1950.
Su arte, dice Semana, no ha estado exento de crítica. Sus críticos dicen que es muy comercial y que sus obras ya no sorprenden. Joe La Placa, un importante experto londinense de arte, le dijo hace poco a la revista Time que al principio creían que era “un innovador”, pero que ahora apenas “logra una pálida imitación de lo que hacía en el pasado”. Y en Colombia, incluso hay un grupo de rock que se llama Odio a Botero, que ha logrado tener un relativo éxito burlándose del pintor. Sin embargo, todas esas opiniones quedan neutralizadas ante la realidad no discutible de que cada día aumenta la  demanda por las obras de Botero, así como las invitaciones por parte de museos y ciudades que quieren exhibirlas.
Quizás inspirándose en el Guernica de Picasso, pinta Botero una serie de pinturas acusatorias contra la arrogancia estadounidense sobre sus abusos en la prisión de Abu Grahib, Iraq, un “testimonio contra el horror”, cuadros que en un principio fueron vetados en los museos más importantes de Estados Unidos. Pero fue el diario The New York Times quien recomendó la exposición de tan polémicos cuadros que exhibía la Universidad de Berkeley.
Botero no dudó en decir que el mejor cuadro que ha hecho en su vida
es el retrato Pedrito a caballo que está en el Museo de Antioquia. Y que por eso la pintura es sagrada para él, pues es “una tabla de salvación en medio de los dramas”. En los actos que se celebraron en el Salón Elíptico de la Cámara de Representantes de Colombia, el cuadro “Pedrito a caballo” estuvo en los honores que el pueblo colombiano realizó a su más importante artista. Pedrito recibió el cadáver de su padre.

Edith Grossman: La traductora que conectó América Latina con Estados Unidos

Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com

Se trata de una dama estadounidense que hizo de la lengua de Cervantesy Jorge Luis Borges su segunda patria emocional y oficio vital. Desde que era
una escolar sintió una gran atracción por la lengua de Castilla y debió enfrentar actitudes anti féminas en las aulas universitarias, aprendió muy temprano en su carrera que el mundo literario era un mundo dominado por hombres.  “Lo demás y que no fuera el español me aburría”, confiesa.
Nació a orillas del río Delaware y se despidió de la terrena vida el pasado 4 de septiembre de 2023, en Manhattan. Dice El Tribunal del Hispanismo que Grossman estudió en la Universidad de Pensilvania y en la Universidad de Nueva York y colaboró con la Universidad de Berkeley. Ha sido galardonar como la Medalla de la Traducción PEN en 2006, el Premio de Literatura de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras en 2008, el Premio de Traducción del Instituto Español Reina Sofía por «A Manuscript of Ashes», de Antonio 
Muñoz Molina en 2010 y la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil, galardón concedido por Su Majestad el Rey de España, Felipe VI. 
Hizo de la traducción al inglés de las obras del boom de la literatura
latinoamericana un modo de vida. Hasta sus cátedras universitarias abandona para dedicarse a tiempo completo al sutilísimo arte de la traducción. Conquista tras duras faenas el derecho de aparecer en las portadas de sus obras traducidas con su sonoro nombre estampado. Dignifica de tal modo el oficio de traducir.  Siempre creyó en el papel esencial de su oficio en la creación y en la difusión de la cultura. Cosecha una gran amistad telefónica con Gabriel García Márquez, quien le acusa de ponerle cachos con Cervantes. El Gabo dijo cierta vez que le gustaba leer más El amor en los tiempos del cólera en la traducción de Grossman que en su propia lengua castiza. “Eres mi voz en inglés” le dijo cierta vez el colombiano a la gringa. Y ella respondió al saber de la muerte del Nobel colombiano con “Todo lo que escribía era oro.”
El finado Harold Bloom reconoció que la traducción del Quijote de ella es de las mejores o si no la mejor, criterio que también expresa el políglota escritor mexicano Carlos Fuentes. Ella dice que la traducción de una novela le lleva por lo general medio año y que nunca se comunica con otros de su oficio, un aislamiento que parece hacerle bien. 
No era traductora del común ni mucho menos, pues hasta teoría de este difícil arte escribe: Por qué la traducción importa, Katz, 2012 (en inglés: Why Translation Matters, Yale University Press, 2011). Acá sostiene que el mayor reto en cualquier traducción es oír claramente la voz del original y buscar la voz en inglés que la refleje. Nunca viajó al Caribe colombiano a buscar el mítico Macondo. Tampoco hizo comparaciones entre García Márquez y Cervantes, pues “son dos grandes ¿Para qué compararlos?” Sin embargo, no fue ella quien tradujo Cien años de soledad sino Gregory Rabassa.

Tradujo a la lengua de Shakespeare y Darwin obras de ganadores del premio Nobel como Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez y otros autores como Mayra Montero, Augusto Monterroso, Jaime Manrique, Julián Ríos, Álvaro Mutis, Carlos Fuentes, Sor Juana Inés de la Cruz,  Miguel de Cervantes Saavedra. De casi dos decenas de autores, Edith Grossman solo ha traducido a tres mujeres: la monja novohispana Sor Juana Inés  de la Cruz, la maravilla catalana que es Carmen Laforet y Mayra Montero.
“Traducir a un autor es como casarse con él. Tiene que gustarte mucho”, dice Grossman, quien falleció por cáncer hace pocos días, y a la que se le conoció como la gran traductora del siglo XX, la arteria literaria que conectó por décadas a América Latina con Estados Unidos. Ella enfrentó con audacia y creatividad un formidable reto traducible en la pregunta ¿Cómo le explicas la región subtropical a un gringo que nunca ha salido del norte de Estados Unidos? Su herramienta más importante –dice- es la intuición. Gracias a este “recurso”, dice Teresita Goyeneche, sacó Grossman adelante la traducción de uno de los relatos más cortos de la historia del español: “El dinosaurio”, de Augusto Monterroso. Cuando en marzo de 2018 llegamos a esta pieza (“Cuando se despertó, el dinosaurio seguía ahí.”), pasamos dos clases entendiendo, primero, si quien se levanta es el dinosaurio o si es un hombre que observa al dinosaurio y luego, entendiendo por qué, en inglés, Grossman se tomó una licencia literaria y asumió que quien observaba era un hombre y lo tradujo usando el artículo determinado masculino: When he woke up, the dinosaur was still there.
Para ella, la primera gran novela de la humanidad tiene un detalle
deslumbrante y moderno: el amor entre dos hombres. “En esas últimas líneas en las que Sancho Panza le dice a Don Quijote que no muera, en las que le narra todas las cosas que podrían hacer juntos si se queda, eso es una escena de amor. Las narrativas recientes, las de las películas, están inspiradas en ese libro”, dice emocionada.
“Miguel de Cervantes Saavedra cambió mi vida”, confiesa Grossman. “Su trabajo es el universo entero, él creó el español literario.
El siguiente momento más revolucionario para el idioma fue García
Márquez y yo tuve la suerte de traducirlos a ambos”, alardea. Se ausenta de la vida Edith Grossman en momentos en que el problema de las migraciones de los latinoamericanos hacia los Estados Unidos se torna inmenso, casi inmanejable. El legado de esta extraordinaria mujer estará allí para congeniar lo que llamó el  venezolano y caroreño Juan Oropesa: imparidad del destino americano.

Santa Rita, Carora.
República Bolivariana de Venezuela.
9 de septiembre de 2023.

El juicio del mono (1925)

Pareciera mentira que en Estados Unidos, el país más próspero del  mundo, que había salido fortalecido y casi indemne de la terrible e inúti...