martes, 14 de marzo de 2017

80 años del fallecimiento del Doctor Ramón Pompilio Oropeza

El día de Ramos, 21 de marzo de 1937 falleció, tal como Sócrates, rodeado de discípulos y sin perder la lucidez, uno de los más destacados educadores  venezolanos de la primera mitad del siglo XX, el Dr. Ramón Pompilio Oropeza. Se retira de la vida terrenal sin dejar el magisterio, pues aun a la edad de 76 años seguía dictando cátedra en el instituto que fue su creación: El Colegio La Esperanza o Federal Carora. Esta notable institución de educación secundaria fue fundada al calor del “patriciado caroreño” el 1º de mayo de 1890. El Liceo Egidio Montesinos es el instituto heredero de esas dos instituciones hermanas.
El Dr. Ramón Pompilio era devoto católico y un godo sin fortuna. Vivió de sus dos profesiones: la de abogado y la de educador. Para la de legista se prepara en la Universidad de Caracas de donde egresa con honores, en tanto que para pedagogo aprendió el oficio de manera empírica y a costa de enormes sacrificios en una Venezuela donde parecía normal clausurar colegios y universidades.
Hizo estudios de primaria en Carora, y a falta de colegio de secundaria debió marchar a El Tocuyo a realizarlos en el célebre Colegio de La Concordia, regentado por el Br. Egidio Montesinos, educador que dejará profunda impronta en su vida.  
Pudo haberse quedado en Caracas, donde ya graduado de abogado se le ofrecieron los mejores empleos, pero más pudo el llamado de su tierra, un rasgo de la psicología caroreña.  Un día de Semana Santa de 1890 se le acercaron unos notables a plantearle la necesidad de abrir un colegio de secundaria, idea que acepta de sus promotores: Andrés Tiberio Álvarez,  Amenodoro Riera, General  Federico Carmona. Nace de tal manera su obra imperecedera El Colegio La Esperanza, el cual arranca con 22 alumnos varones y que en su mayoría se extraen de la “godarria caroreña”, aunque algunos eran de los Andes trujillanos. Su vicerrector, hasta 1928, será el Dr. Lucio Antonio Zubillaga.
Era un colegio particular que el año 1891 fue elevado a la categoría de Federal por Raimundo Andueza Palacio. En 1895 el instituto   estuvo a punto de ser clausurado por Joaquín Crespo. Entre 1890 y 1915 egresaron 37 bachilleres después de cursar el  anacrónico “trienio filosófico” de la educación de signo hispánico, educación de palabras y no de cosas. A pesar de la introducción de la filosofía positiva y el darwinismo, seguía siendo un bachillerato dominado por las humanidades clásicas  y las lenguas muertas.
Las clases de Latinidad, Retórica, Física, Griego y Cosmografía debieron ser interrumpidas en 1899 por causa de la guerra. En 1900 el Colegio es clausurado por Cipriano Castro y su Ministro de Instrucción, el escritor  Eduardo Blanco. El Dr. Oropeza no se amilana y reabre el Colegio como particular. En 1902 protesta como presidente del Club Torres el bloqueo de Venezuela por las naves de guerra alemanas e inglesas.  Marcha a Barquisimeto en 1906 a presidir la Corte de Justicia, pero renuncia y vuelve a Carora y abre un colegio para señoritas.
En el año 1911 suceden acontecimientos muy importantes en su vida: muere su esposa Atala, en tanto que lo colma de alegría el hecho de que Juan Vicente Gómez  reabra el Colegio por conducto del Ministro de Instrucción Dr. José Gil Fortoul, amigo del Dr. Oropeza.
De esta ya centenaria institución han pasado por sus aulas un sinnúmero de notables: Dr. Pastor Oropeza, Dr. Luis Beltrán Guerrero, Dr. Rafael Tobías Marquís, Dr. Ambrosio Perera, Pbro, Dr. Carlos Zubillaga, Cecilio  “Chío” Zubillaga Perera, Dr. Beltrán Perdomo Hurtado, Br. Rafael Lozada, Br. Dimas Franco Sosa, Dr. Ambrosio Oropeza Coronel, Dr. Juan Oropesa, Br. José Herrera Oropeza, Br. Juan Bautista Franco, Br. Virgilio Crespo, Dr. José Luis Andrade, Dr. Ricardo Álvarez, Dr. Juan Carmona, Dr. Carlos Gil Yépez, Br. Pablo Álvarez, Dr. Pablo Álvarez Yépez. Una pléyade de hombres: la “Generación de La Esperanza”.
Después del deceso del Dr. Oropeza llegaran a sus aulas  Guillermo Morón, Elisio Jiménez Sierra, Homero Álvarez,  Alí Lameda, Leoncia Castañeda, Eva Teresa Acosta, Emérita Acosta, María Luisa Rodríguez, Eduardo Herrera Riera,  Gustavo Leal, Luis Rosas, Hermes Chávez, Lulio Chávez, Eddie Morales Crespo, Ligia Zubillaga, Luis Oropeza Vásquez, Carlos César Rodríguez, Mario Oropeza, y muchos más.
En la década de 1960, cuando estudiábamos en el Grupo Escolar Ramón Pompilio Oropeza,  acostumbrábamos visitar  la tumba del Maestro Ramón Pompilio en el Cementerio Municipal. Es momento de que este bello y admirable gesto sea reanimado y con ello formar en los niños y jóvenes el sentido de gratitud hacia este inmenso educador que se guiaba por el credo de que “el hombre no ha de ser sólo para él.”


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