lunes, 28 de abril de 2014

Valiosa obra de Luís Cortés. por: Rafael Montes de Oca Martínez

EL licenciado en historia Luís Eduardo Cortés Riera, ha tenido la gentileza, en gesto que agradecemos, de enviarnos por Internet su valiosa obra Iglesia Católica, Cofradía y Mentalidad religiosa en Carora, Siglos XVI al XIX, presentada como tesis para su doctorado en historia. Se trata de un ensayo de 346 páginas, que consideramos fundamental para conocer el proceso histórico de la ciudad torrense.
Como resultado de su minuciosa y extensa investigación, el autor nos ofrece un conocimiento pleno de las estructuras demográfica, poblacional, social, económica, cultural y educativa de la urbe en el largo período estudiado en base a una amplia bibliografía y diversas fuentes documentales. Allí se destaca el por qué se le llama Ciudad Levítica, su carácter artesanal,  el proceso de establecimiento de las erecciones parroquiales, tradiciones como la maldición del fraile, la participación en la guerra de la independencia, y las luchas, levantamientos e insurrecciones, además de otros temas de significación.
Al abordar la existencia de las cofradías y hermandades que tanta importancia tenían en la vida colonial, Luís Cortés las califica como “magníficas estructuras de base religiosa que imprimen a nuestro catolicismo su impronta mutualista, de solidaridad y de servicio” haciendo especial referencia a la Cofradía del Santísimo Sacramento de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista del Portillo de Carora, fundada el 27 de enero de 1585. Sobre estas instituciones alude la “desarticulación de las haciendas de las cofradías durante el siglo XIX.
Según lo expuesto en la obra, el terrible acontecimiento “rápido” y “violento” ocurrido el 16 de febrero de 1736, que dio origen a la leyenda del diablo suelto, cuando en la plaza mayor fueron fusilados los hermanos Hernández Pavón y sus acompañantes, funcionarios públicos que perseguían el contrabando de cacao, fue un “espejo”, un “agujero” que dejaba ver las contradicciones de la sociedad colonial de entonces.
Uno de los temas que han llamado más nuestra atención en este libro es el relativo a la “cerrazón social” y el “sentido de casta” que mostraban como característica las familias principales caroreñas, que según afirma su autor garantizaban a través de las indulgencias o dispensas de la iglesia que “no se dispersara la sangre y las finanzas de los integrantes de la godarria.
Luís Eduardo Cortés Riera, actual Cronista Oficial de Carora y con muchos años dedicados a la docencia, nació en Cubiro, Estado Lara, en 1952. Se residencia en la capital torrense  en 1960 cuando contaba ocho años de edad y llega en compañía de su padre, el recordad educador y conservacionista Expedito Cortés, al ser designado éste como Director del grupo escolar Ramón Pompilio Oropeza. En 1976 se gradúa de Licenciado en Historia en la Universidad de los Andes, continuando con éxito sus estudios de la especialidad hasta lograr el doctorado.
De él conocíamos su libro titulado Del Colegio La Esperanza al Colegio Federal Carora (1890-1937) editado por la Alcaldía del Municipio Torres en 1997 (durante el período del alcalde Leonardo Oropeza) conjuntamente con la Fundación Buría, obra que constituye una substancial contribución a la historia de la educación y la cultura caroreña y al conocimiento de la portentosa hazaña magisterial del doctor Ramón Pompilio Oropeza, fundador del primero de los colegios mencionados, el cual abrió sus puertas el primero de mayo de 1890 y luego fue elevado a la categoría de colegio federal cuya dirección ejerció hasta el día de su muerte el 21 de marzo de 1937.
rafael.montesdeoca@hotmail.com.

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