Este
cantante se le reconoce por sus buenos modales y hablar comedido. Vista de
seguido mi Oficina de Cronista del Municipio Torres. Me dice que su vocación
musical se la trasmitió su madre que es cantante salvera y que labora como
promotor cultural en la Escuela de Música Juancho Querales desde el año 2006.
Sabe leer música, pues Elvis Rojas, el hijo de Piyuye, lo invitó a asistir a clases
en la Casa de la Cultura. Y es que este cantante es nativo de Barrio Nuevo, el
sector de Carora que vio nacer a Tino Carrasco y a Rodrigo Riera. Tiene, pues, pedigrí mi amigo.
Como si fuera poco, José Gregorio es
también luthier, pues elabora maracas profesionales, oficio que aprendió del
Licenciado César Tovar. “También soy capaz de construir y reparar instrumentos
de cuerdas como el Cuatro”, me dice. “Tengo mi taller en el barrio Loyola,
calle San José, diagonal al Liceo Andrés Bello, adiciona. A mi pregunta sobre
el mejor lutier responde de inmediato: “Antonio Navarro, él fue y sigue siendo
el mejor.”
El arte de las cuerdas vocales lo
aprendió con el profesor Juan Soublette,
quien venía de Maracay a dictar clases una vez por semana. Fue cantante de la
Orquesta Sensación de Alí Rojas y de la Orquesta Nota Musical de Alexander
López, agrupación donde ejecutó mosaico, gaitas y pasodobles. En ese oficio ha
visitado muchas localidades de Venezuela, tales como Valencia, Barquisimeto,
Muñoz, San Francisco, en la Otra Banda.
Admira a Cheo García y a Alfredo Sadel,
Luciano Pavarotti, Plácido Domingo como cantantes. Me dice que ama al cine
mexicano este caroreño que vive de la música y que vino al mundo en 1964. Con
el Grupo Kurura visitó a Querétaro, México, invitado por El Caballo Pernalete.
Se presentaron, me dice, en un evento llamado Concurso Internacional de
Extranjeros, junto a grupos de Alemania, Cuba, Colombia. Allí interpretaron El
Gavilán, pieza emblemática de don Pío Alvarado, y varios temas del Profesor
Jesús Chucho Figueroa. Los gastos de la gira los proporcionó el gobernador del
estado Lara Luis Reyes Reyes.
Le pregunto por los mejores músicos caroreños
y no vacila en decir un nombre: Juan Tomás Martínez, y que su más preclaro
docente musical fue el chileno profesor Hernán Jeréz. Admite que también se
nutrió del Orfeón Carora, dirigido en aquella oportunidad por el profesor, también
chileno, Pedro Vargas, ambos fallecidos pero que dejaron una estela melódica
sin parangón en Carora.
En 1978 comenzó a visitar la Casa de la
Cultura este multifacético músico que es José Gregorio, pues toca maracas con
Los Golperos de Don Pío. Me cuenta entre risas que una vez el fundador de la
Casa de la Cultura, el doctor Juan Martínez Herrera le dijo durante una celebración
de su cumpleaños: “A este negrito se lo va a llevar el gavilán”. Es, además,
devoto de San Antonio de Padua y con este milagroso santo participa en el
Movimiento Cultural La Guzmana con el
profesor Richard Meléndez, el rezandero. Ha acompañado a diversos músicos,
tales como Luis Santeliz, y al fallecido Evaristo Lameda El Zamurito en la Casa
de la Diversidad Cultural del Estado Lara, en la calle San juan.
Fue
muy amigo de Beto El Chueco González y de Antonio Heredia, el del rotundo éxito
titulado Pasillaneando, Reinaldo Armas, El Carrao de Palmarito, así como del
guitarrista caroreño residenciado en Madrid Alirio Camacaro. Me dice para
terminar que su carrera musical anterior a la Casa de la Cultura la inició en
la Escuela de Música cuando estaba dirigida por el profesor Joaquín Pérez
Zavarce, los excelentes saxofonistas Isaías Ávila y Fulvio, hermano del
guitarrista universal Alirio Díaz.
José
Gregorio se despide con mucha decencia diciéndome que se va a incorporar a la
peña musical que sea formado en la acera de Librerías del Sur, Archivo del
Municipio Torres y la Academia de Judo, alrededor de las ricas arepas rellenas
de caraotas con carne esmechada de Luis Santeliz y su esposa Frigida, lugar
donde los saludo cordialmente cuando visito mi Oficina del Cronista.