Parece ser que fue Mario Carniello,
un ítalo maracucho, quien utilizó por vez primera el término “raspacanillas”,
pero incompleto, pues colocó la palabra “raspa” sin el agregado de “canillas”,
que es de uso posterior. Este compositor tuvo una inmensa fama por el año 1965
cuando lanzó dos innegables éxitos en un disco de 45 rpm: El Cable y El
Atlántico. Los llamó “raspa merengues” y su grupo se llamaba Mario y sus
Diamantes. Fue grabado en el sello disquero Falcon Record Company, de la ciudad
de Mc Allen, Texas, Estados Unidos. El exitazo titulado El Cable, pegajoso
bailable y al ritmo de cumbia colombiana, se escuchó hasta el delirio en
Colombia, Perú, Curazao, Panamá, México y Chile.
Guiseppe Mario Carniello Polesse
había nacido en Brugnera, Italia en 1932 y murió muy joven, con apenas 42 años
en San Cristóbal, estado Táchira en 1974. Parece que el licor y las
francachelas fueron los responsables de su temprano deceso. Sus restos
permanecen en El Palacio de los Músicos de esa ciudad andina de Venezuela.
Órgano Hammond RT-2 (modelo de concierto),
producido entre 1949 y 1955 por Hammond Instrument Co.
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A Maracaibo llegó en 1954 con pocos
conocimientos musicales traídos de la Península itálica. Rápidamente dominó la
marimba y el acordeón, pero su interés estaba colocado en el órgano eléctrico,
instrumento recién llegado al país y que tocaba después de los oficios
religiosos en una iglesia de Maracaibo. En 1960 organizó su primer conjunto, el
que al año siguiente, 1961, ganó El Mara de Oro. La labor de Mario y sus
Diamantes comenzaba a ser reconocida. Pero la meta inmediata del joven
organista era hacer discos. Esto lo logró gracias al apoyo indirecto de Jean
Pierre Fawan, Enrique Faillace y José Salazar Meneses, todos ellos altos
ejecutivos de la finada Conahotu o Corporación Nacional de Hoteles y Turismo.
En uno de los hoteles de esta Corporación, el Hotel Cumanagoto de Cumaná, entró
en contacto con el autor de Moliendo Café, el compositor caraqueño Hugo Blanco,
y Luis Arismendi, quienes lo invitan a Caracas para hacer una audición con
Miguel Ángel Piña “Piñita”, quien tenía un fabuloso olfato para descubrir
talentos musicales. La pupila auditiva no le falló a este caballero, pues Mario
fue llamado para firmar una serie de grabaciones, de entre ellas El Cable que
fue un rotundo éxito y renombre en toda Venezuela.
El músico Joe Urdaneta, nacido en
Ciudad Ojeda y quien fue cantante de la Billos Caracas Boys, fue el director en
1957 de Mario y sus Diamantes y fue corresponsable del éxito de El Cable. En un
principio tocaban música ambiente, pero poco a poco se interesaron por los
porros y las cumbias. Tocaron durante mucho tiempo en la zona de tolerancia de
La Guaira, estado Vargas, lo cual emparenta el “raspa” con el merengue
dominicano, ritmo favorito de los
prostíbulos de Quisqueya.
Altavoz Leslie giratorio.
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En
1977 el recientemente fallecido Simón Díaz interpretó El Cable, en un larga
duración titulado Caracha Negro. Allí aparece la cumbia raspa de Mario
Carniello acompañado de Hugo Blanco como su coautor.
Un Hammond B3 y la caja con el Altavoz Leslie |
Según
me dice William “Tuister” Piña, el agregado de “Canillas”, quien sumado al
original “raspa” de Carniello dio lugar al interesante vocablo “raspacanillas”,
se le dio en los estudios de Radio Carora, en Venezuela, teniéndose como protagonista
de tal ingenio semántico al propio “Tuister” Piña, locutor de esta vieja
emisora del estado Lara. En esta ciudad del semiárido venezolano han destacado
diversos grupos raspacanillas, tales como Nilo y sus Estrellas fundado en 1968 y Rafa y sus Diamantes, quien
se inicia en 1974. Nilo o Danilo Verde, grabará el Raspacanillas Número 1, un
LP en compañía de otros grupos, tales como el Microcombo Dabajuro y Los
Continentales.
Barras deslizantes en un órgano Hammond |