TOBIAS MARQUIS |
Comadre
y que retorna el Doctor Marquís Oropeza a Carora. Comadre, que viene de la Sodoma de América, que en ese país
del norte reniegan de la Santísima Virgen María. Liberalidad y anticlericalismo es lo que
aprendió por allá ese muchacho. Es el Anticristo. Comadre,
parece que no oyó bien las
lecciones de moral y buenas costumbres del Presbítero Doctor Maximiano Hurtado en la iglesia de San Juan,
ni las del Doctor Ramón Pompilio Oropeza en el Colegio Federal. Se fue para
Caracas, ciudad donde domina una ciencia anticatólica enseñada, comadre, por
dos hijos de satanás: los doctores Ernst y Villavicencio. Horror.
TAYLOR RODRÍGUEZ GARCÍA |
Comadre,
mire usted, el niño Rafael Tobías era devoto católico, se confesaba y comulgaba
todos los domingos y hasta hermano era de la Cofradía del Santísimo Sacramento.
¿Qué le pasó entonces al hijo de Manuel
María y Francisca en esas tierras del demonio? Dicen que un tal Doctor Enrique Luppi
se lo llevó para Caracas, y de allí para un territorio en donde los gringos
hacen un canal gigantesco que parte el continente en dos. Dios, qué cosa tan
horrible.
Pero
no todo quedó allí, comadre, siéntese en ese poyo para echarle el cuento
completo. De allí partió a New York, horror, un nido de judíos y anarquistas.
Se graduó de agrónomo allí. Horror. Y piensa abrir un colegio para señoritas
acá. Fines de mundo, comadre. Ahora si nos compusimos, si esas muchachas
estudian quién se va a encargar de los tripones y quién le va a hacer el
mondongo a los maridos los domingos. Horror.
Recemos
un trisagio comadre porque este mismísimo año de 1915 abre el colegio de Rafael
Tobías y le puso el nombre de Liceo Contreras. Qué horror. No podemos soportar
que funde una revista donde escriben nuestras niñas de la libertad de la mujer, qué horror. Y de ñapa, comadre, le pone el nombre de una
diosa pagana, una tal Minerva. Horroroso. Pero lo que no podemos dejar pasar es
que intente hacer que las muchachas usen una cosa que trajo del norte, una
vaina que llaman blúmeres. Horror. Me dicen que una de las Perera le compró dos,
y que una de las Herrera le encargó una media docena. Horroroso.
Sería
muy bueno, comadre, que Rafael Tobías se vaya de Carora, como se fue el fraile
Ildefonso Aguinagalde, comadre. Y como se fue para Duaca el padre Carlos, el
hermano mayor de Chío Zubillaga. Yo lo vi por la celosía cuando ese cura se
fue, comadre. Que se vaya también éste y
que nos deje en paz, no juegue. Y que no regrese jamás con esas teorías de un
tal Darwin. Ni las de un tal Dewey. Horror.
Allá donde se doctoró ese muchacho Rafael
Tobías y que están pidiendo libertad las mujeres para acostarse con quien les
provoque. Horror. El matrimonio no es destino obligado para las damas allá en
esa ciudad maldita, comadre. Y como si
fuera poco -horror- están hablando bien de los maricos en esas universidades
conquistadas por el mismo demonio, allá en el norte. Horror. Un tal Freud que
habla mucho de sexo y que fue lectura de ese muchacho allá. Horror.
Se
va el hombre, comadre. Se va para Valera a montar un colegio allá, y de
señoritas también. Pobres valeranos, comadre. Se lo lleva el tal Doctor Luppi
otra vez. Y le puso un nombre católico, comadre, Colegio Padre Rosario, así
como de camuflaje, comadre. Y se llevó a Gregorita para que le ayude con su
familia, allá en Valera.
Comadre,
¿ya se enteró? Murió en Valera el Doctor Rafael Tobías, y dicen que lo van a
traer a Carora a darle cristiana sepultura acá en 1923, comadre. Yo, comadre
veré pasar el cortejo fúnebre detrás de la celosía. Que descanse en paz ese
señor y que Dios le haya perdonado tantos atrevimientos contra la Virgen María y
Jesucristo, nuestro señor. Yo, comadre, soy muy católica y apostólica, tengo mi
reclinatorio cerca del altar mayor de la iglesia de San Juan con mi nombre
estampado con letras grandotas, pero a ese entierro no voy ni de vaina.