
Dr. Félix Quintero,
Ministro de Instrucción clausura
el Colegio Federal Carora en 1900.
Luis Eduardo Cortés Riera.
cronistadecarora@gmail.com
Los godos o patricios de Carora no lo podían creer, el
general Cipriano Castro, que unos meses antes había pasado en campaña militar
por esta ciudad del semiárido larense, que había recibido el entusiasta apoyo de sectores representativos de la
sociedad caroreña, ahora clausuraba la creación cultural más importante por
ellos promovida, el Colegio Federal Carora, institución de educación secundaria
que había sido fundada 10 años atrás, en 1890, como Colegio (particular) La
Esperanza, bajo la rectoría del abogado Dr. Ramón Pompilio Oropeza y 22 alumnos
fundadores. Ninguna mujer.
Dos
acaudalados comerciantes habían patrocinado tal plantel educativo: Andrés Tiberio
Álvarez y Amenodoro Riera. La ciudad apenas tenía 8 mil habitantes y una
afincada tradición católica. Los patricios caroreños ejercían una auténtica
hegemonía ideológica y cultural: dominaban los asuntos del altar, las cátedras
de latinidad, crearon escuelas de primeras letras, fundaron periódicos y clubes
sociales. La tierra y el comercio eran de su propiedad.
En esa década el Colegio dio frutos excelentes: 28
muchachos, todos varones, habían egresado de sus aulas como flamantes
Bachilleres en Ciencias Filosóficas, un título que daba gran prestigio social.
Las humanidades clásicas dominaban sobre la ciencia natural en su orientación filosófica.
Su plan de estudios era un anacronismo, pues se enseñaba Latín, una lengua que
había dejado de ser universal siglos atrás, el Griego tenía poca aplicación, la
Retórica tenía un sabor medieval, grandes problemas tenía la Física, pues los científicos
creían que ya había llegado a sus límites. En 1891 La Esperanza fue elevado a
Colegio Federal por el presidente Raimundo Andueza Palacio, el creador de la
Universidad del Zulia.
La clausura del Colegio caroreño
en 1900.
Ese fatídico año escribe el vicerrector del Colegio
caroreño, el médico Dr. Lucio Antonio Zubillaga, que “en el año académico 1899
no hubo clases por causa de la guerra. En agosto de 1900 se suprimió el Colegio
Federal y en septiembre del mismo año se abrió como particular”. No era la
primera vez, pues en 1895 hubo un conato de cierre del instituto y su escuela
primaria anexa por el gobierno de Joaquín Crespo, fundador de la Universidad de
Carabobo. Cerrar escuelas y colegios “es esta una constante perniciosa de
nuestra Instrucción Pública, hecho que es como una constante perniciosa de
nuestra historia republicana. Una dolencia profunda que no era tan sólo de la
Educación, sino de todo nuestro organismo histórico”, se lamenta Mariano Picón
Salas.
¿Por qué se suprimió el Colegio caroreño? Veamos: El Presidente Castro consiguió a
un Estado y a un país en ruinas. El precio del café, nuestro principal producto
de exportación, había bajado a 0,83 Bs. en 1899, cuando se pagaba a 5,47 Bs. en
1895. La deuda pública venezolana en 1900 ascendía a la suma de 211.371.200
Bs., el crédito externo estaba por el suelo, las transacciones anuladas.
Cipriano Castro necesitaba a toda costa conseguir dinero para mantenerse en el
poder y como ya había sucedido en 1895, es el Colegio Federal de Carora, como
muchos otros en el país los que son c1ausurados por el Presidente Castro
mediante la infame Ley de Rentas y Gastos Públicos de 1900. Era tan difícil la
situación general del país en aquellos años que ni siquiera el Ministro de
Instrucción Pública preparó Memoria y Cuenta en ese mismo año de 1900. El Dr.
Félix F. Quintero, que no fue capaz de elaborar aquel documento, sí lo fue para
borrar de un plumazo el Colegio Federal Carora.
¿Quién era el Dr. Félix Quintero?
Lo primero que nos sorprende es que no era tachirense
sino caraqueño. Una vez instalado Cipriano Castro en el poder se prestó servir al
caudillo andino como eminencia gris. Era abogado, ingeniero, educador y
político, algo extraordinario, pues en su intelecto cabían las ciencias
naturales y las humanidades, un portento del conocimiento casi inexistente en
nuestros días. Fue discípulo del sabio Agustín Aveledo en el Colegio Santa
María, ingeniero y doctor en ciencias físicas por la Universidad de Caracas en
1886, se doctoró en filosofía y letras en 1891, y como si fuera poco se doctora
en ciencias políticas y abogacía en 1894 en esa misma casa de estudios.
Fue Ministro del
Interior del presidente Andueza Palacio hasta 1892, preside la Corte Suprema de
Justicia en 1895. Ocupó el cargo de relator de la Corte Suprema del Distrito Federal en
1915 y fue senador por el Estado Táchira. Presidió las sesiones de la Cámara
del Senado durante el primer período de sesiones ordinarias en 1924. Y durante
el segundo período, en 1925. Individuo de número de la Academia Nacional de la
Historia en 1918
Su pasión por la
docencia lo mantuvo como profesor de la Universidad de Caracas, hoy llamada
Universidad Central de Venezuela. En diversas oportunidades, dictó las cátedras
de Historia Universal, Derecho Romano, Geometría Analítica, Economía Política,
Astronomía y Cronología y Filosofía. También fue profesor de castellano y
filosofía en el Colegio Alemán y en el Seminario Metropolitano de Caracas.
Con
todo ese impresionante currículo, fue el Dr. Félix Quintero el Ministro de
Instrucción que ordena la infame clausura del Colegio Federal Carora en 1900,
año en el que ni siquiera prepara Memoria y Cuenta como Ministro del ramo del
presidente Cipriano Castro.
Este
desolador panorama de nuestra Instrucción Pública continuará terriblemente con
otro destacado Ministro de Instrucción de Cipriano Castro, el escritor Eduardo
Blanco, autor de la célebre epopeya Venezuela heroica, publicada en 1883, quien
declara en suspenso las universidades del Zulia y Carabobo, el Colegio Superior
de Guayana, el Colegio Federal de Primera Categoría de Barquisimeto. Justificaba el novelista tan criminal acto
hacia la cultura y el conocimiento al decir que “a la deficiencia de la enseñanza
se unía el exceso de médicos y abogados lo cual contribuiría a crear en el país
un verdadero “proletariado intelectual.” Apenas quedaron existiéndolas
universidades de Caracas y la de Mérida.
Afortunadamente,
y tras larga clausura de 11 años, el Colegio Federal Carora fue reabierto
felizmente en 1911 por el general Juan Vicente Gómez y su Ministro de
Instrucción, el escritor larense Dr. José Gil Fortoul. Una interesante historia
que ofreceremos en próximas entregas.
Carora,
Estado
Lara,
República
Bolivariana de Venezuela,