martes, 23 de diciembre de 2025

Dr Rafael Tobias Marquis

 

Doctor Rafael Tobías Marquís Oropeza (1882-1922):

precursor de la independencia intelectual de Latinoamérica. (*)

 

Rafael Tobías Marquís Oropeza, desconocido e ignorado inmerecidamente científico y pedagogo venezolano, nació en Carora, Estado Lara en 1882 y fallece tempranamente en Valera, Estado Trujillo en 1922, se le puede considerar sin ambages un adelantado de la independencia epistémica del Sur Global, una condición del espíritu que en los días que corren se mantiene como reto impostergable para los pueblos al sur del Río Grande.

Fue discípulo adelantado del Dr. Ramón Pompilio Oropeza en el Colegio Federal Carora, instituto del cual egresa en 1898 como Bachiller en Ciencias Filosóficas. Luego lo fue del Doctor en ciencias agronómicas por la Universidad de Pisa, Italia, Enrique Luppi, fundador del Instituto Agrario en Caracas a principios de siglo pasado. Decepcionado del tibio apoyo recibido por el gobierno del presidente Cipriano Castro marcha Luppi a la naciente república de Panamá, una creación de los Estados Unidos. Una vez instalado allí, el Dr. Luppi invita a Marquís Oropeza a continuar sus estudios en el istmo. Su mentor luego lo envía a New York donde obtiene el título de Doctor en Ciencias de Agronomía en 1906.

 Su nombre no aparece resaltado como uno de los primeros doctores en agronomía de Venezuela (New York, 1906) y quien se atrevió a realizar una investigación científica muy original, un ejemplo único que contrarresta las tendencias centradas en Estados Unidos, afirma la Dra. Lidia Ponce de la Vega, de la Universidad mc Gill, Canadá. Doctora en estudios hispanos, becaria postdoctoral Mellon para la Diversificación de las Humanidades Ambientales, las humanidades digitales.

Esta joven investigadora, de origen mexicano, revisa unos 185 trabajos de investigación de principios del siglo XX y consigue para su enorme sorpresa que el trabajo de Marquís Oropeza es el único escrito en lengua castellana, cuando lo usual era hacerlo en la lengua inglesa, y en donde la producción de conocimiento tuvo lugar en Panamá e independientemente de los Estados Unidos.  

Los intereses geopolíticos históricos de Estados Unidos en Panamá, dice Ponce de la Vega, determinan en gran medida la producción de conocimiento sobre Panamá. Las epistemologías relacionadas con la biodiversidad sobre Panamá están en gran medida subsumidas a la historia, política e intereses económicos de Estados Unidos. Nuestro Dr. Marquís Oropeza fue capaz de contradecir esta tendencia dominante que era producto del expansionismo geoestratégico estadounidense.

Se trata de un breve folleto de 15 páginas impreso en 1908 en la Tipografía Moderna de Panamá, y cuando Marquís Oropeza era Director del Museo Nacional de Panamá y Miembro de la Sociedad Científica de Chile, cuyo título sugerente es:

Algunas palmeras industriales de la flora del istmo.

El Dr. Marquís Oropeza destaca como una rareza, un caso único de resistencia epistémica frente a la aplastante hegemonía estadounidense en los asuntos de investigación científica. Es posible que el Doctor en Agronomía venezolano haya sido influenciado entonces por el pensamiento del uruguayo José Enrique Rodó, quien en su ensayo Ariel, obra escrita en 1900 y que tuvo repercusiones continentales, mostraba su desconfianza ante la hegemonía utilitaria y positivista de los Estados Unidos.

El contenido del folleto.

Comienza diciendo el Dr. Marquís Oropeza que “Como todas las familias de origen tropical, ésta tiene en Panamá numerosas especies, de las cuales, puede asegurarse, no hay una que no ofrezca sus productos á la actividad transformadora de la industria humana. Vulgarizar el conocimiento de las más notables y describir algunas poco conocidas, es el objeto primordial de este trabajo, en el cual, sin apartarnos en lo absoluto del tecnicismo que toda materia científica requiere, hemos dado preferencia al punto de vista industrial y comercial, abrigando la creencia de que así será de mayor utilidad práctica para el País, ya que la industria, aunada al comercio, es generalmente considerada como la mayor palanca de los pueblos.”   

 Frecuentemente cita el Dr. Marquís Oropeza a Humboldt, Bompland, Linneo, Kunt, Ruiz y Pavón, Odón de Buen, Padre Blanco.

Especies encontradas en Panamá:

Refiere el Dr. Marquís Oropeza unas 13 especies de palmeras istmeñas, veamos.

Guilielmia speciosa (Mart) Bactris insignis [Jacq]. Sin. Vulg: Pixhá-Palma chontaduro. Su fruto se usa como alimento en Panamá. Nosotros practicamos un ensayo valiéndonos del procedimiento primitivo que se emplea para extraer el almidón de yuca, y obtuvimos una fécula de buena calidad. Como todas las especies americanas, el Guilielma speciosa habita todo el Istmo. Tu vimos oportunidad de estudiarla en Calobre, Provincia de Veraguas, cuando visitamos este Distrito con ocasión de examinar las aguas termales que allí existen.

Cocos Butiraeea [H. B. K.] Sin. Vulg.: Palma de vino, Corozo de Pacora, Corozo de marrano. La más notable aplicación que tiene entre nuestros campesinos, consiste en la extracción de líquido llamado de vino de palma que no es otra cosa que la savia de la planta. Para obtenerlo acostumbran derribar una parte del tallo y abrir en el espesor de la otra una cavidad que lentamente se va llenando de savia. El líquido así obtenido contiene azúcar (probablemente glucosa) y es ligeramente ácido. A las 24 horas ya se ha presentado en él la fermentación alcohólica y á las 48 la acética. Goza de fama como estimulante. El fruto de esta planta es comestible y oleaginoso.

Attalea Funifera (K) Sin. Vulg: Gira. Del tallo de la planta se obtiene una madera dura, incorruptible á la acción del agua y que no es atacada por los insectos. Se usa para construir pisos y paredes de habitaciones rurales; y dadas las buenas condiciones que posee, podría ensayarse su explotación industrial. Los campesinos de los lugares donde habita esta palma, emplean sus raíces adventicias para el rayado de la yuca en la manufactura del almidón.

Curludovica Palmata [R. y P.] Sin. Vulg. Toquilla- Iraca-Nacuma. La belleza de sus hojas hace que la planta sea cultivada como ornamental en algunas casas de Panamá; pero su verdadera aplicación industrial consiste en el uso que de ella se hace para la manufactura de los famosos Sombreros conocidos en el mundo entero con el nombre de “Panamá.” Aunque en verdad dichos sombreros no tienen de Panamá sino el nombre, la materia primera, ó sea la Toquilla, existe abundante en todo el país, formando bosques de considerable extensión. El Dr. Enrique Luppi, en una de sus obras aconseja el cultivo racional de la palmera; y la Asamblea Nacional, en sus sesiones ordinarias de este año, ha dispuesto el estudio de él, á fin de iniciar en el País la industria de sombrerería.

Oreodoxa regia Sin. Vulg. Palma real —Chaguaramo. Muy conocida en toda la América tropical, esta palmera es notable más que por sus aplicaciones industriales, por la esbeltez de su forma. De aquí que sea planta de adorno por excelencia en todos los parques y paseos públicos de las ciudades americanas. Sin embargo, en algunos países se utiliza su tallo como madera de ebanistería; sus hojas para techar construcciones rurales; y los pedúnculos y peciolos, para la manufactura de escobas. Esta última aplicación, la tienen también en las poblaciones de nuestro Interior.

Phitelephas macrocarpa (R. y P.) Sin. Vulg: Marfil vegetal — Tagua—Cabeza de negro. La tagua, nombre con que se conoce en el país esta palmera, suministra al comercio el fruto de sus nueces, muy estimadas por su blancura y dureza y por prestarse al pulimento. Con ellas se fabrican botones, mangos de paraguas, de bastones y muchos otros objetos de uso diario. Los principales mercados del fruto, se encuentran en Inglaterra, Francia y Estados Unidos. La región que en el Istmo cuenta con mayor número de estas palmas, es la costa Atlántica, de donde se exporta el fruto, aunque en cantidades pequeñas. Existe además en El Darién, y allí se ensaya hoy su cultivo.

 G. Martinetia y Aífonsia. De estos géneros existen en el País varias especies, comprendidas todas bajo el nombre vulgar de Corozos, al cual agregan diversas denominaciones. Todas contienen en sus frutos un aceite saponificadle, usado en algunos lugares de Venezuela y Colombia como productor de luz. En Panamá no se extrae de ninguna de las especies mencionadas no obstante existir en número considerable.

Elaeis guineensis [Jaq.) Sin. Vulg. Palma de Cera-Palma de Lolá. La importancia industrial de esta planta consiste en el aceite que suministra el sacocarpo de su fruto, muy usado en otros países para la manufactura de jabones finos. Dicho aceite, llamado por nuestros campesinos manteca de Lolá, se emplea únicamente entre nos otros como medicinal, siendo esto sensible por que él podría servir de materia primera á una industria productiva, como es la jabonería. Hemos visto la Elaeis guineensis en la Provincia de Coclé, pero tenemos informes de que también crece en Dos Santos, Veraguas y Chiriquí.

Cocos Nucífera (L. Sin. Vulg.: Cocotero—Padnia de coco —Pipa. El cocotero es una de las plantas que mayores utilidades reporta al hombre del trópico. Industrialmente puede considerarse como oleaginosa y textil, ya que de sus nueces se extrae un fino aceite que tiene gran demanda en los mercados por sus variadas aplicaciones corno alimenticio, medicinal, iluminante, etc.; y que del mesocarpio del fruto se obtiene una fibra que, aunque no de superior calidad, es muy usada para manufacturados ordinarios.

 Además, la reserva nutritiva de la nuez, y el agua alimenticia que ésta contiene, constituyen un alimento de gran valor en las regiones tropicales. El cocotero no está exento de enemigos: así el Dr. H. D. Luppi, en su obra titulada La Agricultura en Panamá, dice haber observado en la Provincia de Bocas del Toro plantaciones enteras destruidas por una enfermedad de ori gen criptogámico. Los insectos Rhincophprus ochreatus y Occodoma cephalotes, tan abundantes en el Istmo, causan también estragos en la planta, destruyendo sus yemas florales; pero afortunadamente es fácil atacarlos.

Caryota sobolífera (O. de B.) ¿Caryota onusta? (Padre. Blanco.) Sin. Vulg: Ignoradas. Del tallo de esta palma se extrae en Filipinas y otros países una substancia feculenta, alimenticia semejante al sagú, aunque de inferior calidad; y de los peciolos se obtienen libras resistentes, muy usadas en cordelería.

Calamus máximus (P. BI.) Sin. Vulg: Bejuco. (Común á muchas plantas) El tallo de esta palmera, resistente é incorruptible, se usa como amarra en construcciones rústicas, pudiéndose obtener en él fibras largas y fuertes. Según el P. Blanco, la corteza se emplea en Filipinas para la manufactura de sombreros finos. Hemos visto esta planta en la Costa Atlántica, donde crecen además algunas otras especies de Calamus, tales como C. mollis y C. usitatus. Es posible que también se encuentre en el País el C. drago cuyo fruto suministra la resina roja y astringente conocida con el nombre de Sangre de Drago, muy empleada en medicina.  

G. Metroxiíon Sin. Vulg: Palma de sagú. Como lo indica su nombre vulgar, la aplicación de esta palmera consiste en el sagú que suministra al comercio, y es una substancia feculenta, alimenticia que se encuentra en el interior del tallo. El Metroxiílon, que según muchos autores es planta originaria de Asia y Oceanía, se encuentra también en América, á donde probablemente ha sido traída por los europeos. En Panamá hemos visto dos ejemplares en el Paseo Ancón, y los tienen allí únicamente como planta ornamental.

Q. Levistona Sin. Vulg: Cucuá—Ñomé. Estas son las sinonimias vulgares de una palmera que sabemos habita en el ramal de la Cordillera andina que pasa al Norte de la Provincia de Coclé, donde los indios que pueblan esa región extraen la corteza del tallo y hacen de ella vestidos que, adornados y pintados, lucen en las festividades que celebran. En esos trajes dibujan toscamente figuras alegóricas, tales como el sol, la luna, navíos, etc., valiéndose para ello de las muchas plantas tintóreas que hay en el País. Cuando en Febrero de este año visitárnosla Provincia de Coclé, teníamos el propósito de estudiar detenidamente la palmera citada, pero desgraciadamente no pudimos trasladarnos á los lugares donde se encuentra, siendo nos posible tan sólo ver unas hojas y flores ya marchitas que nos facilitaron en Penonomé. Por el estudio que en tan malas condiciones hicimos, nos inclinamos á creer que la planta pertenece al género Livistona, sin poder identificar la especie. Por una corteza que existe en el Museo Nacional, deducimos que el tallo de la planta tiene más de un metro de circunferencia. Sentimos dar tan pocos datos de una palmera que podría suministrar buen material á la industria textil, y esperamos la oportunidad de más amplios estudios que oportunamente.

Comentarios al folleto del Dr. Marquís Oropeza.

Se trata este breve folleto de una maravilla del pensamiento y de la investigación científica en lengua española, pues simboliza los esfuerzos iniciales de un continente para elaborar sus propios y originales conocimientos científicos sin muletas extrañas o dominantes, es una muestra precursora, afirma Lidia Ponce de la Vega, de resistencia epistémica del Sur Global.

Aunque su autor obtuvo su Doctorado en New York, fue capaz de realizar sus investigaciones sobre la palma del istmo al margen de los arraigados procedimientos de la ciencia de los Estados Unidos. A pesar de que Panamá se encontraba entonces bajo dominio de los norteamericanos, quienes hicieron un reconocimiento de la flora y la fauna en el área del Canal de Panamá, no realiza el Dr. Marquís Oropeza ciencia y saberes para la potencia hegemónica sino para el pueblo y la patria panameña entonces en gestación. El pueblo panameño no tenía acceso a la infraestructura científica que se encontraba en la zona del canal, lo cual determina que el científico venezolano hiciera sus investigaciones de manera autónoma y sin el auxilio norteamericano.

Los silencios hablan mucho. Hemos notado que el científico venezolano se cuida de mencionar la Zona del Canal bajo dominio norteamericano y se presenta con orgullo como Director del Museo Nacional de Panamá. De igual manera omite mencionar a científicos estadounidenses. Prefiere dedicar su folleto a un suramericano y chileno, el Dr. Carlos E. Porter (1867-1942), Director del Museo Natural de Valparaíso, fundador de la Revista Chilena de Historia Natural, una de las más importante del orbe hispanohablante. El Dr. Porter recibió 11 doctorados honoris causa de diversas universidades europeas, fue miembro de un centenar de sociedades científicas.

El Dr. Marquís Oropeza era poliglota. Hablaba el castellano, francés e inglés, conocía el latín, pero decidió publicar sus investigaciones en lengua española, lo cual constituyó una afrenta a la preeminencia   y   omnipotencia cognitiva anglosajona.  La lengua inglesa monopoliza en la actualidad el conocimiento científico, su investigación y comunicación, en una tendencia que no deja de crecer. Apenas el 2% se expresa en español y un enorme 90% en la lengua de Shakespeare. Nuestro científico venezolano caroreño no hizo negación de su lengua materna: Ariel contra Calibán, lo elevado y espiritual contra lo material y primitivo.

 

La economía de Panamá se fue haciendo cada vez más dependiente del Canal Panamá y hasta adopto el dólar estadounidense en 1904 para estabilizar el débil peso colombiano, su moneda. Este proceso lo pudo apenas atisbar en 1908 el Dr. Marquís Oropeza. Pero hay en su pensamiento un sentido de lo nacional al proponer la industrialización de la palma para crear una economía nacional basada en sus propios recursos naturales, como contrapeso a la gigantesca economía derivada del comercio interoceánico del Canal de Panamá que eventualmente se impuso.

Hiram Moreno resalta la labor del Dr. Marquís Oropeza como el primer Director del Museo Nacional de Panamá, un agente civilizador. A dos años de su inauguración, continua Moreno, se devela en las propias palabras del director R. T. Marquís el siguiente cuadro, “…funciona en un salón de 154 metros cuadrados, donde ha sido imposible establecer las secciones requeridas; carece de un órgano propio de publicidad y su personal administrativo se haya reducido á un Director y un Portero. Sin embargo, el Museo cuenta hoy con 2843 objetos, de los cuales 2640 son de Historia Natural.” Dicta clases de esa materia, con el apoyo didáctico de las colecciones, a los Colegios Nacional de Comercio e Idiomas y Superior de Señoritas.

 Así mismo, Marquís, agrega Hiram Moreno, apreció y cultivó el tangible vínculo entre educación y museo. Su idea puede considerarse un antecedente en la larga marcha hacia un concepto contemporáneo; como lo encontraríamos en las recomendaciones de la 22ª Conferencia general del Consejo Internacional de Museos (ICOM por sus siglas en inglés) del año 2007, en Viena, Austria. Sin embargo, el MN no tuvo la necesaria recepción de la sociedad panameña y al parecer, de las personalidades que asumirán, ulteriormente, la conducción del gobierno; lo cual llevaría a la institución a su parálisis y, años más tarde, a su irrevocable disolución como fue conocida en sus inicios. Un proceso que guarda cierto paralelismo con lo ocurrido en Venezuela y en su Museo Nacional, fundado e impulsado por Gustavo Adolfo Ernst entre 1874 y 1875 (Vilera, 2012; González, 2007).

Su regreso a Venezuela.

En 1914 regresa el Dr. Marquís Oropeza a Venezuela. Crea el Liceo Contreras para señoritas. Introduce las ideas de la Escuela Nueva de John Dewey y aplica el método concéntrico de enseñanza o por capas, desde una más básica hasta una más compleja, siempre abarcando transversalmente los conocimientos y las aptitudes.  Consiste en examinar varias veces todo lo concerniente a un asunto, tema o a una disciplina. Cada vez se amplía y se profundiza el estudio anterior. Es un sistema que acusa una notable influencia del positivismo y el darwinismo evolucionista del siglo XIX.

Las señoritas podían estudiar: Castellano Gramática, Lectura, Composición y Dictado, Matemáticas, Aritmética y Nociones de Algebra y Geometría, Ciencias Naturales, Física y Química, Historia. Geografía y Cosmografía, Gimnasia, Dibujo, Canto, Francés o Inglés, Economía Doméstica, Fisiología e Higiene, Pedagogía.

Todas las asignaturas, a excepción de las matemáticas, eran dictadas por el Dr. Marquís Oropeza, quien además puso su biblioteca personal al servicio de la institución.

El Dr. Marquís Oropeza deseaba que la comunidad se involucrara en el proceso de enseñanza-aprendizaje e invitaba a que asistiesen a las clases las “personas capaces” a fiscalizarlo siempre que vayan “movidos por sana intención”. También invitaba a padres y ascendientes para que con la mayor frecuencia posible visiten el plantel y aprecien por sí mismos el adelantamiento de las alumnas. ¡Qué lecciones para el presente nos da nuestro olvidado pasado educativo!

 Resulta maravilloso que el Liceo Contreras haya tenido un órgano informativo: Minerva. Revista Científico Literaria, que nace el 9 de enero de 1914 y tiene una orientación feminista, lo que resulta sorprendente en una tierra dominada por el patriarcado y el machismo. Simone de Beauvoir se habría sentido deslumbrada de haberla conocido. Su junta administradora estaba constituida por féminas. Recordemos que Minerva es la diosa griega de la sabiduría y el conocimiento. Allí aparecen los primeros escritos de quien más tarde habría de ser nuestro gran ensayista, el merideño Mariano Picón Salas.

Consideraciones finales.

Ha sido olvidado inmerecidamente por la historia del pensamiento científico y pedagógico el Dr. Rafael Tobías Marquís Oropeza. Estamos en deuda con este venezolano que a principios de la centuria pasada comprendió la enorme importancia de desarrollar una ciencia autónoma e independiente, un reto que aun palpita como compromiso de liberación cognitiva de los pueblos del orbe hispanohablante. Un pequeño y modesto folleto editado en 1908 por este venezolano habrá de convertirse en nuestro faro iluminador y ejemplo para los investigadores del tercer milenio. En una breve existencia de apenas 40 años es el inmenso legado que nos deja este caroreño y venezolano tan brillante como audaz.

Referencias bibliográficas.

Cortés Riera, Luis Eduardo. (2024) Doctor Rafael Tobías Marquís Oropeza, 1882-1922, científico, educador y feminista caroreño. Carora, Venezuela, 2016. Disponible en internet.

Cortés Riera, Luis Eduardo. (1997). Del Colegio La Esperanza al Colegio Federal Carora. Fondo Editorial Buría, Fondo Editorial Alcaldía del Municipio Torres, estado Lara, Venezuela.

Marquís, Rafael Tobías (1909). “Algunas palmeras industriales de la flora istmeña”. Revista Chilena de Historia Natural, 13(3):225-236. Canto Rodado▪10:163-175, 2015.

Marquís, Rafael Tobías. (1908). Algunas palmeras industriales de la flora istmeña. Tipografía Moderna, Panamá. 1908.

Moreno, Hiram A. (2014) Tras las elusivas huellas de Rafael T. Marquís Oropeza. El primer director del Museo Nacional de Panamá. Hiram A. Moreno Museo de Ciencias Naturales de Caracas, Venezuela.

          Ponce de la Vega, Nidia. (2021) La geopolítica de los metadatos: conociendo Panamá a través de la Biblioteca del Patrimonio de la Biodiversidad. Biodiversity Heritage Library. 18 de noviembre de 2021.

          Rodríguez García, Taylor Tone. (1998) Rafael Tobías Marquís Oropeza, 1882-1922. Meritorio y talentoso joven maestro al servicio de la cultura larense. Barquisimeto, Venezuela, 1997.

Hemerográficas.

Semanario Labor. Año II. Mes VIII. Carora, Estado Lara, Venezuela. Septiembre 28 de 1913.

Electrónicas.

Diario El Impulso de Barquisimeto, Venezuela.

Revista Aldea Educativa Magazine.

Saber ULA, Mérida, Venezuela.

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(*) Ponencia presentada por Luis Eduardo Cortés Riera en el Simposio Anual del Grupo Venezolano de Historia y Sociología de la Ciencia. Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC, Caracas, República Bolivariana de Venezuela, 25-28 de noviembre de 2025.

 


Arbol de Cracovia

 

El Árbol de Cracovia.

Luis Eduardo Cortés Riera.  cronistadecarora@gmail.com

En el justo centro de París, en el sector norte del Palais Royal, hubo un gran árbol de castaño verde que fue plantado por el cardenal Richelieu en 1624, donde la gente iba a oír los rumores y corrillos sobre la turbulenta y escandalosa vida de la corte del rey Luis XV, “monstruo de negra furia”, pues la censura periodística impedía conocer estos aspectos de la vida íntima de la realeza.

Eran los nouvellistes de bouche o traficantes de noticias boca a boca que trasmitían chismes, rumores y maledicencias, los excesos de María Antonieta, llamada despectivamente “la austriaca” o también “Madame Déficit”, el pene fláccido de Luis XVI, hablillas y murmuraciones que se filtraban del Palacio de Versalles a pesar de la censura policial. Una auténtica “sociedad de la información del siglo XVIII. París prerrevolucionario, dice el historiador Robert Darton, estaba inundado de periódicos orales que tenían graves repercusiones políticas. No fue tanto la lectura de Rousseau y Voltaire lo que precipita la revolución sino las habladurías y bulos. De los mas famosos “que coman pasteles” atribuido, mito o realidad, a María Antonieta.  

Estos nouvellistes de bouche decían que sus informaciones eran dignas de crédito, que habían sido oídas en los pasillos o en un salón del palacio de Versalles, o de haber recibido información de un servidor indiscreto. Un sistema de comunicación verbal que luego se imprimía.

El concepto de opinión pública ya existía en aquella época. Las ideas se discutían en los cafés, había debates en los mercados, se murmuraban escándalos, chismes y rumores. Todo era alborotado y divertido en una teatralidad que reinaba en las calles de París. No era un mundo sobrio y racional e ilustrado como el que hasta ahora hemos creído y que estaba llegando a la conclusión de que el gobierno era ilegítimo, todo lo cual hizo erupción aquel 14 de julio de 1789 con la toma de la Bastilla, símbolo del despotismo. La Revolución sustituye a la Iglesia por el Estado, y basa la autoridad del Estado en la soberanía del pueblo.

Pero hubo otros cambios que la historiografía tradicional da poca importancia. Se sustituye, dice Robert Darnton, el Monsieur y Madame por Ciudadano y Ciudadana, cambiaron sus vestimentas. La vestimenta sirve como un útil termómetro para medir la temperatura política. Los radicales son conocidos como sans culotte, aquel que usaba pantalones en vez de calzones. Pero el modelo revolucionario, que aparece en los bandos, carteles, cacharros desde 1793 hasta el día de hoy, usaba pantalones, camisa abierta, chaqueta corta (carmanogle) botas y gorro frigio sobre el cabello “al natural” (sin peinar), que solía llegar hasta los hombros. Estos elementos de vestuario de los revolucionarios franceses atravesaron raudos el océano Atlántico. En Venezuela la “carmañola americana” se hizo popular durante las revueltas preindependentistas de Gual y España en 1795. El gorro frigio gozó también fama de identidad antimonárquica republicana.

 

 

 

Antes de la Revolución las mujeres lucían peinados al estilo puercoespín (en hérisson) que se levantaban hasta 60 centímetros sobre la cabeza y estaban decorados con elementos esmerados, como un frutero o una flotilla o un zoológico.  

 

 

Robert Darnton ( New York, 1939), periodista e historiador estadounidense, se formó en Harvard y Oxford, construye otra historia, una perspectiva   alejada del marxismo y de la Escuela de Annales francesa. Asume que los acontecimientos también tienen una gran importancia en la historia: es la vuelta del acontecimiento que se aleja de la historia estructural que apenas repara en el anónimo individuo y su circunstancia.

Darnton evoca lo exótico y el lugar común en la cultura del siglo XVIII francés. Para ello invita al lector a examinar detenidamente cuestiones como por qué un grupo de artesanos parisienses encontraba tan divertida una matanza de gatos. En "Un inspector de policía organiza sus archivos" -un relato sobre un agente de la policía del rey, cuya tarea consistía en espiar las actividades personales y literarias de los escritores franceses-, nos ofrece una idea de cómo el Antiguo Régimen luchaba por comprender a una nueva y peligrosa generación de franceses: los intelectuales independientes.

 

 

 

 

 

Otros ensayos permiten observar el rostro rápidamente cambiante de las urbes francesas y observar a Diderot y a D'Alembert tramar el reordenamiento sistemático de todo el conocimiento humano cuando realizaron la Enciclopedia, una ciclópea obra que la monarquía miraba con desconfianza.

 

Se trata de un nuevo enfoque cultural y lingüístico, dice Georges Iggers, que suele conducir al intento de quebrar el determinismo de las anteriores tradiciones sociocientíficas, lleven estas el sello de Marx o el de los Anales. En este intento, la cultura es entendida como el factor decisivo en la configuración de las formas de convivencia humana.

 Robert Darnton, el erudito que venció a Google, es periodista e historiador,  de los más reconocidos especialistas de Francia en el siglo XVIII, iniciador de una nueva especialidad de la historia y del libro y de la lectura (con Roger Chartier), historia de la comunicación, historia de los archivos policiales, historia de los iletrados y de los pobres, historia de la creación de noticias falsas, investigaciones sobre el libro electrónico, autor de los ya clásicos El mesmerismo y el fin de la Ilustración en Francia (1986) La gran matanza de gatos y otros episodios de la cultura francesa (1987), El beso de Laumorette. Reflexiones sobre historia cultural (1990), Edición y subversión, Literatura clandestina en el Antiguo Régimen (2003), El negocio de la Ilustración. Historia editorial de la Enciclopedia, 1775-1800 (2006) Los best sellers prohibidos en Francia antes de la revolución (2008) Poesía y policía (2010) El diablo en el agua bendita, o el arte de la calumnia de Luis XIV a Napoleón. (2014). Piratería y edición. El comercio de los libros en la Ilustración (2021)

 

 

Uno de los logros más destacados de Darnton fue su libro The Forbidden Best-Sellers of Pre-Revolutionary France (Los Best-sellers prohibidos de la Francia pre-revolucionaria), publicado en 1996. Este libro, que analiza los libros clandestinos y prohibidos en la Francia del siglo XVIII, fue aclamado por su enfoque único e innovador. El trabajo no solo exploró la historia de los textos prohibidos, sino que también iluminó las tensiones culturales, políticas y sociales de la época. Como resultado, The Forbidden Best-Sellers of Pre-Revolutionary France recibió el prestigioso National Book Critics Circle Award.




Selena

Selena Quintanilla Pérez:

 La ambigüedad de una cultura.

Luis Eduardo Cortés Riera.

 cronistadecarora@gmail.com

Fue el célebre escritor azteca Carlos Fuentes quien dijo que la frontera de México con los Estados Unidos es una herida. Una herida que supura desde que se firma el Tratado Guadalupe Hidalgo de 1846, que significó la terrible pérdida de la mitad del territorio de México, arrebatado por los arrogantes y violentos ejércitos de los Estados Unidos. El muro de concreto y alambre antinmigración que levanta la arrogante y altiva potencia del Norte es una vergüenza para toda la humanidad. Convertir a México en un país tapón para detener la casi indetenible inmigración de centro y Suramérica, es un plan de larga data entre los gobiernos norteamericanos. Una inmensa y larga herida que corre el riesgo de infectarse.

En la década de 1950 una pareja de humildes mexicanos decide mudarse a Texas, un territorio que ellos asumen como mexicano. Es la pareja Quintanilla Pèrez que en 1971 darán a luz a la que se convertirá en una verdadera bomba erótico musical llamada Selena, quien pasó a la inmortalidad a los 23 años por un malhadado disparo por la espalda en un no-lugar de Corpus Christi, Texas. El 16 de abril, el día en que Yolanda Saldívar la asesina por la espalda fue declarado Día de Selena por George Bush, el mismo presidente que ordenará destruir al Irak de Saddam Hussein. 

Cuando pienso en esa sirenita vocal morenita, Reina del Tex Mex que era ella, pienso también en el desgraciado final de otro grande del espectáculo, el rockero argentino Gustavo Ceratti, quien se fue de la humana existencia desde Caracas, a la edad de 55 años para reposar en el Cementerio de La Chacarita, a pocos pasos del mausoleo de Carlos Gardel.

Había nacido Selena, Reina de la música texana, así llamada como monónimo en sus brevísimos días de clamoroso, alegre esplendor, cerca de allí, en Lake Jackson, a orillas de esa maravilla de cultura que florece en el Golfo de México y sus profundas aguas, lugar a donde fueron a parar los 30 pedazos del arma homicida que acabó con su sonrisa oceánica aquel desgraciado 31 de marzo de 1995.

 Apenas 174 millas separan su lugar de mágico aparecimiento a la vida de su otro lugar de desaparición física, esta adorable mujer que venció el secular machismo de la cultura de sus ancestros aztecas que le impedían subir a los rutilantes escenarios Tex-Mex. Se hizo gracias a su valor y decisión una auténtica superestar, venciendo los impedimentos devenidos de su sexo, ambigüedad de origen y color de piel, como los impedimentos que debió enfrentar la poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz en el lejano ya siglo XVII. Bellísimas y encantadoras ambas damitas morenas.

Se enamoró Selena perdidamente y a escondidas de Chris Pérez, miembro de su grupo musical, en un Pizza Hut, al tiempo que popularizara la cumbia mexicana, un auténtico hibrido cultural. Una tisana melódica salía de su potente voz y que incluía rancheras, cumbia mexicana, pop, baladas pop, mariachi, R&B afroamericano. Un inigualable y auténtico popurrí que hicieron vibrar al monumental Houston Astrodome abarrotado y delirante en 1995. Había llegado a su cénit de popularidad y reconocimiento.

A 30 años de aquella fatídica tarde en aquel anónimo lugar, el hotel Days Inn habitación 158, donde pierde la vida Selena, su malhechora asesina, Yolanda Saldívar, pide libertad condicional que es denegada por ser crimen violento y premeditado. Este terrible momento acaba con una vida, pero da nacimiento a la esperanza, a la posibilidad de realizar el sueño americano, Selena se hace modelo a seguir de los hispanos que quieren insertarse y encontrar aceptación en otra cultura que los mira de reojo. Le da al cuerpo una dimensión ignorada por la neutra perceptiva anglo parlante.

Selena encarna una complicada relación con la blancura y el lenguaje. Sus abultados traseros le dan renovado cuerpo onírico al gastado escenario erótico anglosajón y protestante. La belleza blanca ve aparecer un rival descomunal y atrayente como pocos.  Ella se ha convertido en fuente inagotable para memes y contenido digital en Instagram, Tik Tok y Twitter, anima obras de caridad entre inmigrantes. Una segunda vida digital, una como meme-ificación, que la tecnología le ha dado a esta mujer hispana, devota Testigo de Jehová que no tuvo siquiera tiempo para engendrar hijos.

Es ella la identidad chicana que se ha hecho ícono global a través de la música popular como espacio de resistencia y de construcción de identidad, su música es un puente entre México y Estados Unidos. Una modernidad fronteriza que lucha por la visibilidad cultural. Una mitología latina que se incrusta en el cuerpo lacerado por la violencia del gigante del norte, dándole un renovado aire de frescura.  Su sonrisa, estética latina, que es como un poderoso ícono de justicia social le da cobijo al anónimo migrante que intenta traspasar la muralla de acero, hierro y hormigón que intenta vanamente separarnos.

Selena derrumba dos máscaras, la mexicana y la anglosajona. Una vida breve que vivió intensamente la tensión de ser mexicana y estadounidense al mismo tiempo. Una lucha por ser reconocida en ambos mundos sin perder sus raíces mesoamericanas. La soledad histórica del mexicano, como dijo Octavio Paz, brota con inaudita fortaleza en un intento de expresarse en otra realidad cultural con esa deslumbrante belleza melódica y corporal que fue y es Selena Quintanilla Pérez: la necesidad muy legítima de afirmarse frente al otro. El spanglish que emana sin avergonzase de su adorable boca y el marrón de su piel infinita fueron puente, no muralla. Hibridismo cultural motivo de orgullo e identidad encarnado en mujer que se enseña en universidades a los dos lados de la frontera.

 Dos lugares y dos culturas que se reconciliaron magníficamente para siempre en Selena Quintanilla Pérez.

 

Carora,

Estado Lara,

 República Bolivariana de Venezuela,

martes 9 de diciembre de 2025.


Dr Rafael Tobias Marquis

  Doctor Rafael Tobías Marquís Oropeza (1882-1922): precursor de la independencia intelectual de Latinoamérica. (*)   Rafael Tobía...