Luis Eduardo
Cortés Riera
Doctor en
Historia
Docente del
Doctorado en Cultura Latinoamericana y Caribeña
Universidad Pedagógica Experimental
Libertador. Barquisimeto, Venezuela
Hay algo
terriblemente soez en la mente moderna;la gente, que tolera toda suerte de
mentiras indignas en la vida real, y toda suerte de realidades indignas, no
soporta la existencia de la fábula.
Octavio Paz.
Para la realización del presente
ensayo,que tiene como interés primario interpretar la versión de Walt Disney
del cuento de los tres cerditos desde las ideas del sociólogo alemán Max Weber,
me he basado en varias y diversas fuentes. La primera es la de los hermanos
Grimm, recopiladores alemanes de tradiciones y su libroCuentos de la infancia y del hogar (1814-1815);la segunda es la del
célebre creador de dibujos animados Walt Disney y su corto de animación Los
tres cerditos (1933);le sigue el psicólogo infantil austriaco Bruno Bettelheim
(1903-1990) y su obra Psicoanálisis de
los cuentos de hadas(1975), y por supuesto,el sociólogo e historiador
alemán Max Weber, y su controversial libro La
ética protestante y elespíritu del capitalismo (1904-1905), así como sus relevantes
y eruditos trabajos sobre la música occidental contenidos en su ensayoLos fundamentos racionales y sociológicos de
la música, escrito en 1922.
Mi
interés principal reside en mostrar que este viejo cuento o fábula, que es muy
anterior a la versión de los hermanos Grimm del siglo XIX, y que puede tener
raíces medievales, ha sido interpretado de diversas maneras, tal como la que le
debemos a Bettelheim, quien sostiene que el cuento de los tres cerditos tiene
que ver con el mito de Hércules que trata de la elección entre principio del placer
y el principio de la realidad. Enseña a los niños a no ser perezosos y a no
tomar las cosas a la ligera, porque si lo hacemos podemos perecer.
Las
casas que construyen los tres cerditos, dice Bettelheim, son símbolos del
progreso en la historia del hombre: desde una choza sin estabilidad alguna, a
una de madera, llegando finalmente a la sólida casa de ladrillos. Desde el
punto de vista interno, las acciones de los cerditos muestran el progreso desde
la personalidad dominada por el ello hasta la personalidad influenciada por el
super-yo, pero controlada esencialmente por el yo.
La
interpretación que nos interesa es la del dibujante estadounidense Walt Disney (1901-1966),
quien realizó en 1933 el corto de dibujos animados Los tres cerditos, con el
cual ganó el premio Oscar al mejor corto de animación (1934). Dicen los
chilenos Ariel Dorfman y ArmandMatterlarten su libro Para leer el Pato Donald (1971) que fue Disney defensor del modo de
vida americano y que existe una ideología neocolonialista subyacente en sus
filmes. Realiza Disney una versión
animada del reconocido cuento que de seguido analizamos desde la perspectiva de
la sociología comprensiva de Max Weber (1860-1920).
La
sociología interpretativa o comprensiva, escribe Weber, considera al individuo
y su acción como su unidad básica. Como su átomo, si puedo permitirme emplear
excepcionalmente esta discutible comparación (...) en consecuencia la teoría de
la sociología consiste en reducir estos conceptos a «acciones comprensibles»,
es decir, sin excepción, aplicables a las acciones de hombres individuales
participantes. Este es un procedimiento que utiliza la metodología de la hermenéutica:
por medio de un análisis racional se comprenden las acciones e intenciones de
los sujetos. Tanto Weber como Dilthey-dos germanos- entendían con el término verstehen (comprender lo humano), por
oposición a erklären (explicar
reduciendo a leyes), que era más adecuado para las ciencias naturales. Para
ello los hechos sociales no eran cosas, como pretendía Durkheim, pues el ser
humano entra como sujeto y objeto de la investigación, y su comprensión exige
la sensibilidad y perspicacia propia de la hermenéutica, nos aclara Miguel
Martínez Miguélez.
I
El
cerdo (sus scrofa domestica) casi
universalmente es símbolo de la glotonería, la voracidad, ignorancia, lujuria,
egoísmo. Nos dice el Diccionario de los
símbolos (1969) de Chevalier y Gheerbrandt que el cerdo goza en el fango y
el estiércol, dice Clemente de Alejandría. Esta es la razón de orden espiritual
de que se prohíba la carne de cerdo, especialmente en el Islam.El caso de la
prohibición del consumo de cerdo entre los israelitas y
musulmanes lo explica el antropólogo estadounidense Mervin Harris en base a que
los cerdos necesitan sombra y humedad para regular su temperatura y, aparte de
la carne, no proporcionan otros servicios como animal de tracción, ni dan
leche, y no se pueden alimentar de hierba como los rumiantes. Con la progresiva
deforestación
y desertificaciónde
Oriente Medio
y el continuo crecimiento de la población se hizo muy caro e ineficiente criar
cerdos por su carne, y para evitar la tentación se instituyó su tabú como
precepto religioso.Contemporáneamente, en razón de su apariencia próspera, se le
considera símbolo de la abundancia. Burgueses y banqueros a menudo toman la
forma de chanchos.
II
El
corto de animación de Walt Disney dura unos 8 minutos y su nombre original es
Threelittlepigs, dirigido por BurtGillett, en tanto que el guión se lo debemos a Boris V. Morkovin, y la
música a Frank Churchill. Es el número 36º de los 75 cortos que forman la
SillySymphonies (Sinfonías Tontas) de Walt Disney. Ya el ratón Mickey Mouse
había sido creado en 1928, resultando un enorme éxito para Disney. Luego
vendría, en 1938, otro notable triunfo: el primer largometraje animado en
lengua inglesa: Blanca Nieves y los siete enanitos. De 1940, poco antes de
entrar Estados Unidos a la Segunda Guerra, produjo otros dos renombrados
largometrajes: Pinocho y Fantasía.La producción de cortos de la serie "SillySymphonies" concluyó en 1939.Poco
después, en diciembre, Estados Unidos entraba en la Segunda Guerra
Mundial. Los estudios Disney colaboraron estrechamente con el gobierno,
produciendo películas educativas y de formación militar, así como otras
encaminadas a elevar la moral en retaguardia, tales como los cortometrajes Der Fuehrer'sFace ("El rostro del
Führer), EducationforDeath ("Educación para la
muerte"), Reason and Emotion ("Razón y emoción"), y el
largometraje VictoryThrough Air
Power ("Victoria a través de la fuerza aérea", 1943), en el que se
defendía la idea de que era necesario construir más bombarderos para ganar la guerra. Siguieron Alicia en el país de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953).
Existen
documentos que demuestran que Disney actuó secretamente como agente del Federal Boureau ofInvestigation (FBI)desde los primeros años
de la década de 1940 y que en 1954 fue ascendido al rango de "agente
especial de contacto" (specialagentcontact) por orden directa de EdgarHoover. Estos documentos demuestran
también que los guiones de algunas películas fueron modificados a instancias
del FBI. Una de las preocupaciones de la organización gubernamental era la
imagen que de sus agentes se daba en los filmes de Disney. Walt Disney tuvo
simpatías por los regímenes fascistas, las desechó en cuanto su país entró en
guerra contra el Eje. Durante el conflicto bélico, colaboró con el gobierno
realizando varios filmes de propaganda, entre los cuales destaca el
cortometraje Der Fuehrer'sFace, en el cual aparecen
caricaturizados Hitler, Mussolini e Hirohito y que termina con una auténtica oda a
las virtudes de la democracia.
Paul Johnson en su libro Creadores (2006), escribe que ambos
artistas, Picasso y Disney estaban involucrados en la política del siglo XX.
Disney era un empresario de notable éxito, el fundador de un negocio que en su
época empleó a miles de personas y que actualmente sobrevive y florece en
términos de miles y millones de dólares. En la densa atmosfera ideológica de
los años treinta, su periodo más creativo, Disney era un acérrimo partidario de
los valores familiares y del tradicionalismo, que remilgada, obstinada y
discretamente se negó a permitir que su organización promoviera el colectivismo
o los valores socialistas. Como empleaba buen número de intelectuales, artistas
y escritores que en esa época se inclinaban a la izquierda, esto produjo una
tensión en los estudios Disney y, en 1940, condujo a una huelga con el
propósito de forzar a Disney a hacer dibujos animados procomunistas o a cerrar
el estudio. Disney derrotó a los huelguistas-con una pequeña ayuda de J. Edgar
Hoover, todo hay que decirlo- y prosiguió su propio camino individualista hasta
su muerte. Consecuentemente, los escritores izquierdistas intentaron
demonizarlo, tanto en vida como más tarde.
Está fuera de toda duda
que Disney fue un ferviente anticomunista, en gran medida a causa de la huelga
de 1941 en su empresa, que él atribuyó a maniobras del Partido Comunista de los Estados Unidos para ganar poder en la industria del
cine. Según su declaración ante el Comité de Actividades Antiamericanas, creía firmemente que el comunismo era
una seria amenaza contra el modo de vida estadounidense.
III
Después
de una lectura de la obraFundamentos
racionales y sociológicos de la música (1922) de Max Weber, se me vino a la
mente realizar este trabajo de interpretación del viejo cuento o fábula de los
chanchitos. Ello porque cada uno de los cerditos goza de la predilección de un
instrumento musical. El primero de ellos toca un instrumento de viento muy
antiguo y sencillo, la flauta. Es quizás el instrumento musical más antiguo y
más extendido por todo el planeta. Al sur de Alemania se ha descubierto una de
ellas que data de 43.000 años aproximadamente. Celtas y anglosajones primitivos
la usaron en rituales y ceremonias religiosas. La flauta de este primer cerdito
aparece como por arte de magia al extraerla de su chaqueta.
A
estos detalles se agrega al hecho que este cerdito construye una casa redonda,
ligera y primitiva,como la de los antiguos mongoles de las estepas, y de forma
muy alegre y poco metódica, empleando hierba y palos, lo cual nos retrotrae a
estadios de cultura muy antiguos, tales como el mesolítico y el neolítico.
Arroja los elementos constructivos, la hierba, de forma desordenada sobre una
elemental estructura de palos y sin poner mucho cuidado y atención cómo y dónde
caen.
El
segundo de los cerditos ejecuta un instrumento cuerdófono mucho más complejo y
acabado que la flauta, esto es, el violín. Instrumento que se remonta a los
inicios de la vida en civilización de la humanidad, unos 5.000 años. Se han
conseguido noticias de antiguos violines en
Persia y en África del norte. Este cerdito fabrica también una casa
bastante modesta y frágil de base rectangular, empleando como material
constructivo fundamental la madera. A
diferencia del primer puerquito, usa herramientas para hacer su vivienda:
escalera, serrucho, martillo, un balde. Le coloca una pequeña y rudimentaria
estufa. Una vez terminada su morada coloca una herradura sobre la puerta, dando
a entender que un hado la protege.
El
tercer chanchito nos interesa de manera principal. Elabora una sólida y
resistente casa a prueba de los elementos de la naturaleza empleando materiales
constructivos modernos:el cemento, un invento de los estadounidenses que data
de 1824 y que tendrá un auge enorme en el siglo XX, tejas y ladrillos cocidos.
El corto nos presenta al cerdito usando lo que se llama “Cemento y pintura a
prueba de lobos”, con lo cual edifica su hogar en la cima de una colina,
dotándola de fuertes paredes y puertas a lo que agrega una impresionante y maciza chimenea por la cual intentará el
lobo infructuosamente introducirse en la casa.
Los
dos primeros chanchitos, gorditos y asexuados, se burlan del chanchito práctico
y realista que viste traje de faena, un overol de una sola pieza que cubre sus
órganos sexuales. “No tiene tiempo de jugar, de cantar, de bailar, solo sabe
trabajar”, le cantan al unísono desde la
barda de su bien pertrechada residencia los chanchitos juguetones. El chanchito laborioso responde desde lo alto de
la casa que edifica, con una cuchara de pegar ladrillos en su mano: “trabajar
es importante, no me puedo distraer, ya veréis si viene el lobo, muy seguro yo
estaré”, dicesentencioso.
La
simbología del lobo, cuyo nombre científico es canis lupus, es destacadísima, pues representa la naturaleza y sus
temibles asechanzas y peligros. Es un animal respetado y reverenciado en muchas
partes del mundo. Occidente en su larga y compleja historia ha odiado a este
precioso cánido, antecedente del perro doméstico.
IV
Hechas
estas necesarias apreciaciones y aclaratorias pasemos a la parte medular de
nuestro ensayo. En este sentido tomaré las ideas centrales de Max Weber que
relacionan la Reforma religiosa del siglo XVI con la consolidación del
capitalismo. En su investigación, Weber se plantea el siguiente problema:
“Determinar la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una
“mentalidad económica” de un ethoseconómico,
fijándonos en el caso concreto de las conexiones de la ética económica moderna
con la ética racional del protestantismo ascético.”
Luteranos,
metodistas, bautistas y pietistas creen en la predestinación, estado al que
tendrán acceso solo un reducido grupo de seres humanos. ¿Cómo captar esa gracia
de Dios? A través de los signos de carácter material, obtenidos en la vida
laboral, signada por el ascetismo, la conducta morigerada, el ahorro, el éxito
en la vida profesional. Laboriosidad del individuo, abnegación por el trabajo.
Todo lo cual nos explica que el capitalismo se haya sembrado de manera
triunfante en Europa nórdica y en América del Norte. Los protestantes
participan en la vida económica y en la posesión del capital de manera más
decidida que los católicos. La iglesia católica ejerce un poder “extremadamente
suave” sobre la vida de los individuos. La Reforma protestante trajo consigo
una dominación eclesiástico-religiosa de la vida cotidiana mucho más estricta y
rigurosa que la católica, sostiene Weber.
Dicho
esto, ¿podemos, en consecuencia, trasladar estas ideas del sociólogo tudesco al
cuento o fábula de los tres cochinitos y el lobo feroz? Mi criterio es que sí
es posible. Veamos.
No
olvidemos que la versión del cuento que analizamos fue hecha y elaborada en un
país capitalista, el país capitalista por excelencia: Los Estados Unidos. Y que
la corporación de Walt Disney (1901-1965) representan la materialización del
llamado “sueño americano”, idea expresada por vez primera por el historiador
estadounidense James Truslow Adams en 1931: lograr los objetivos de la vida con
el esfuerzo y la determinación. Esta corporación, que se conoce hoy con el nombre de TheWalt Disney Company, obtuvo solo en el año
2010 unos beneficios de 36.000 millones de dólares.
En
ese sentido creo pertinente asociar a los dos primeros cerditos del famoso
cuento a la dejadez, la incuriay laxitud de las costumbres y hábitos de vida
distintos al de los países blancos, anglosajones y protestantes: los habitantes
del sur de Europa y del Río Grande. Nosotros hemos sido incapaces, dice Octavio
paz, de adaptar nuestratradición a las condiciones modernas. Allende al Río
Grande la gente piensa en el progreso, de este lado lo hacemos sobre el Purgatorio,
la virgen de Guadalupe. Son activos; nosotros quietistas: disfrutamos de
nuestras llagas como ellos de sus inventos, nos dice Paz en su obra El laberinto de la soledad(1950).El
venezolano Mariano Picón Salas ha dicho que “A pesar de dos siglos de enciclopedismo
y de critica moderna, los hispanoamericanos no nos evadimos enteramente aun del
laberinto barroco. Pesa en nuestra sensibilidad estética y en muchas formas
complicadas de psicología colectiva.”
Esta
es la construcción histórica del mundo de habla castellana y portuguesa,
barroco y católico, lo que llamó Pedro Henríquez Ureña la gran romania:“….vemos
cómo se contraponen las dos culturas, cómo los pueblos de lenguas germánicas
divergen de los pueblos de lenguas románicas en los modos de concebir y
practicar la religión, la filosofía, las artes y las letras, el derecho, la
vida familiar, la actividad económica, las actividades técnicas”. Un orbe
histórico y cultural distinto, sin duda, países
de la América española,premodernos en muchos aspectos fundamentales, nos dice Paz. Tenemos fiestas
porque no tuvimos ilustración, sentencia Paz.
Los
dos cerditos que juegan, cantan y bailan acompañados rítmicamente con la flauta
y el violín, que no toman medidas de proyección hacia el futuro, bien pueden
ser nuestros compatriotas del sur de Europa
y de América. La provisionalidad y la precariedad de nuestras conductas
cívicas así lo testimonian. Las casas de paja y de madera de la fábula bien
pueden asemejar y parecer a nuestros ranchos
caraqueños y nuestras favelas
cariocas. Se me reclamará que no hago mención a su estado y condición de los explotados
del capitalismo de libre mercado. Es cierto. Pero antiguos y bien asentados
hábitos mentales serán muy difíciles de expurgar: tienen una larga y prolongada
vida.
El
chanchito práctico y previsivo es la metáfora del mundo blanco, anglo-sajón y
protestante. Es el triunfo de la vida ordenada, la disciplina, el ascetismo y
el ahorro. La geometría y el cálculo gobiernan sus acciones. Gruñidos y advertencias
salvan a los puerquitos danzarines y alegres de ser devorados por el temible
zorro, quien después de derrumbar sus frágiles habitaciones con potentes
soplidos se refugian en su sólida y compacta casa.
V
Apenas
si es necesario recordar que el corto de Disney fue ideado y llevado a la gran
pantalla cinematográfica durante los años en que el capitalismo sufrió la
llamada Gran Depresión, la cual se extendió desde 1929 hasta los comienzos de
la Segunda Guerra Mundial. crisis económica durante la cual el desempleo
alcanzó en los Estados Unidos y el resto del mundo capitalista proporciones
realmente aterradoras. En este contexto no sería apresurado conjeturar que el
corto de dibujos animados de Disney, quecoincidió con el ascenso al poder del
presidente Franklin DelanoRoosevelt (1882-1944) y su política de recuperación
económica llamada el New Deal o Nuevo Trato, se pueda haber interpretado entre
los millones de gentes sin empleo como un estímulo y acicate al trabajo
metódico y disciplinado como la única vía para salir de tan tremenda y profunda
crisis. De esa manera y no de otra se salvaría el capitalismo, sistema
económico que los comunistas soviéticos de aquel entonces creían daba sus
suspiros finales.
VI
Pero
hay un elemento cultural del corto de los tres cochinitos que requiere de
nuestra comprensión. Si bien hemos hecho referencia a la flauta y el violín de
los dos chanchitos cantores y desenfadados, no es menos cierto que el cerdito
juicioso y reflexivo posee en su residencia un instrumento musical bastante
excepcional: el piano. Max Weber considera al instrumento de teclas como específicamente
moderno. La cultura italiana, agrega, permaneció ajena al carácter de “música interior” de la
cultura nórdica. El canto a capella y
la opera siguieron siendo el ideal italiano, determinado por la falta de
cultura del “home” burgués.
Recordemos
que fue un país de habla germánica quien produjo al primer gran genio musical
del piano: Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), quien había nacido en el por
entonces Sacro Imperio Romano Germánico y una de sus provincias: Austria. Desde
el siglo XVIII hasta nuestros días, el piano se ha convertido en un instrumento
domestico esencialmente burgués. Lo mismo que su antecesor, el órgano, requiere
para el despliegue de sus posibilidades el local gigantesco, el piano necesita,
dice Weber, un local de proporciones moderadamente grandes.De ahí que, sigue
diciendo Weber, los portadores de la cultura pianística sean los pueblos
nórdicos, cuya vida, aunque sólo sea por razones de clima, se centra alrededor
del “hogar”, en contraste con el Sur. Debido a que éste, por motivos de clima y
de historia, el culto al hogar se ha ido perdiendo, el piano, inventado allí,
no se propagó a pesar de ello tan rápidamente entre los italianos, según ya
vimos, como entre nosotros (los alemanes), ni ha conseguido allí hasta hoy la
posición de un mueble “burgués” en la misma extensión que entre nosotros se considera como natural
desde hace ya mucho tiempo.
De
modo pues que nos es mera casualidad que el tercer cerdito, que se motiva por
la racionalidad y el cálculo, posea en su bien y asentado “hogar” un flamante
piano vertical o de pared que lo hace aparecer como un exitoso y acomodado burgués. De más está en advertir
que este tercer puerquito ejecuta de manera magistral, con mucha soltura su
piano bruñido y engastadoinstrumento en fuertes y sólidos ladrillos, lugar
donde coloca el pentagrama que hace posible la composición como la ejercitación
de las obras musicales modernas así como su conservación a través del tiempo.
Es música occidental y europea, música armónica, tanto el contrapunto como la armonía de acordes,
que Weber considera una creación racional exclusivamente europea occidental, y
que tuvo su iniciación en el Renacimiento. Música y ciencia se dan la mano
desde entonces, pues la innovación musical racional se realiza por ensayo y
error.
Ha
triunfado el modo racional, austero, con sentido de la previsión y del ahorro
del tercer cochinito. Atrás quedó la imprevisión, la negligencia y la
despreocupación de los otros dos cerditos. Fábula que suele compararse a
menudo con la muy antigua del griego
Esopo (siglo VII aC),y recreada por el francés Jean de La Fontaine (1621-1695),
llamada “la hormiga y la cigarra”.
La
eficacia del capitalismo como sistema económico ha quedado, pues, incuestionado
y fuera de discusión en el célebre corto de dibujos animados de Walt Disney,
que le hizo ganar el premio Oscar de la Academia en 1934. Toda una apología del
libre mercado y sus ventajas, a pesar de que el corto fue concebido y elaborado
durante los terribles años de la Gran Depresión del capitalismo global, momento
en la cual sus detractores no apostaban un céntimo por su recuperación y
estaban convencidos de su derrumbe definitivo.
De
más está recordar que el capitalismo se recuperó de forma prodigiosa luego de
la Gran Depresión. A ello contribuyó sin duda la política keinesiana que
propició la intervención estatal en la economía, así como el fuerte impulso que
le dio a la industria estadounidense la entrada del gigante del Norte en la
Segunda Guerra mundial en 1941. Hoy en día sufre el capitalismo, es verdad,
otra de sus profundas crisis, que algunos, como el sociólogo estadounidense
Immanuel Wallerstein (1930), afirman tajantemente que no se trata de una crisis
más, se trata nada más y nada menos que de la muerte del
capitalismo histórico.
De
este modo hemos creído haber satisfecho nuestro deseo inicial de interpretar el
corto Los tres cerditos en la versión de Walt Disney desde la óptica de la
sociología comprensiva de Max Weber.
REFERENCIAS
Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas. (1977)
Crítica. Grijalbo Mondadori. Barcelona, España. Pp. 351.
Chevalier, Jean-Alain
Gheerbrant. Diccionario de los símbolos. (1969).
Pp. 1107.
Grimm, Hermanos.www. Cuentos de la infancia y el hogar. cuentos de grimm.com/
Harris, Mervin. Antropología
cultural.(1990). Alianza Editorial. Madrid. Pp. 285.
Henríquez
Ureña, Pedro.La utopía de América.
(1993) Biblioteca Ayacucho. Nº 37. Páginas: XL + 503
Johnson, Paul. Creadores.(2006) Ediciones B, S.A.
Barcelona, España. Pp. 344.
Martínez Miguélez,
Miguel. La nueva ciencia. Su desafío,
lógica y método (1999). Editorial
Trillas. México. Pp. 271.
Paz, Octavio. El laberinto de la soledad.Postdata. Vuelta a El laberinto de la
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Weber, Max. La ética protestante y el espíritudel
capitalismo. Fondo de Cultura Económica. México.Pp.
Weber, Max. Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva.Apéndice:los
fundamentos racionales y sociológicos de la música. (2005) Fondo de Cultura
Económica. México. Pp. 1.237.